No podría describir la emoción que sentí al verla, era casi como un sueño, por momentos tenía miedo de que fuera un mal sueño.
Entramos a la casa, no había nada adentro más que un cama y una mesita, pero en esta situación era más que cualquier hotel de lujo.
¡Una cama!- grito Liam saltando sobre soy otra pierna y reposando en ella-
¡Dios mío!- me tire al piso a llorar-
Hacia frío pero nada podía compararse al echo de que el viento no te partiera la cara, estábamos a salvo. Pero sólo nosotros.
Me acerque a la mesita, no había nada sobre ella, y recargadas en una pared había dos sillas plegables. Tome una silla y las desdoble para colocarla junto a la mesa, hice lo mismo con la otra
¿Qué diablos?- dije a notar que la silla se había enganchado con algo-
Una manilla.
Liam, mira esto- susurre, no me escucho ya que estaba profundamente dormido-
Me agache y tome la manilla, cuando me acerque más note que había una especie de puerta en el suelo, mire a Liam de reojo y la abrí con cuidado. Mi sorpresa fue mucha al encontrar unas pequeñas escaleras.
Baja, no hay nada que perder- me dije a mi misma-
Apoye mi trasero en las pequeñas escaleras y baje, eran realmente pequeñas, al llegar a lo que pensé sería un salón en completa obscuridad busque algún interruptor, palpe las paredes hasta que encontré algo, lo accione y una débil luz se encendió.
Dios mío...- susurre sin aliento-
Subí las escaleras casi matándome y cuando estuve de nuevo junto a la mesa corrí hacia la cama.
¡Liam, despierta!- lo sacudí con fuerza-
¡Que! ¡Que pasa!- dijo alterado- ¿¡qué sucede?!
¡No vas a creer lo que encontré¡- le dije muy feliz-
¿Encontraste a los demás?- me dijo con un brillo en los ojos-
No- dije algo desanimada- pero es bueno
Dime que es- dijo emocionado-
Comida Liam- dije feliz- comida suficiente para vivir por meses o incluso años
¿Es broma?- dijo riendo y comenzando a llorar-
No jugaría con eso- reí-
Tráela- me pidió-
Asentí con la cabeza y regrese a las escaleras, ya con mas confianza me deslice por las escaleras, tome una lata de carne y una de frijoles, detrás de una esta de había un refrigerados con bebidas y un horno microondas, metí las latas y en unos minutos estaba listas y calientes. Saque de unas cajas unos platos y cubiertos y lo serví, había de todos, prepare café y corrí arriba. Cuando subí lo puse en la mesa y corría a ayudar a Liam.
Se ve hermoso- dijo metiendo se una cucharada de carne con salsa a la boca-
La comida no duró más de 2 minutos
Esto es gloria- dije dándole el último sorbo a mi café.
Lo es- contesto frotando sus estómago.
Iré a ver que más hay allí abajo- dije parándome y desapareciendo en la escalera.
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No fue tu culpa...
RomanceEsta historia demostrara que el hubiera no existe y que la vida no es más que una serie de decisiones, las cuales pueden ser buenas o malas...