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Los días seguían pasando sin ocurrir demasiadas cosas. Cada noche, a las 20:00, le sacaba una foto a Silvia cantando (Como siempre).

Según tenía entendido, Namjoon y Jin habían terminado, Gisela estaba saliendo con Namjoon ahora.

Habían llegado alumnos nuevos al instituto, entre ellos Gabriela y Hueningkai, los cuales eran unos tortolitos.

Pero mi estado era de alteración. Yo no tenía tranquilidad. No cuando me había enterado de que Baekhyun, uno de los más populares del instituto, estaba colado por MI chica, Silvia.

Y claro, ella era tan jodidamente amable con todos, que él se sentía superior cuando le llamaba "Oppa", o cuando le daba besitos en la mejilla (cosa que me enerva la sangre).

Pero Silvia y yo habíamos hecho buenas migas. Tanto que me consideraba uno del grupo de sus mejores amigos. (Friendzone, encantado de conocerte).

Se pasaba muchas tardes en mi casa. Aunque se iba siempre a las 19:30. Supongo que lo de practicar canto era intocable, y para mí también.

Mi primera cámara me la regalaron en las navidades del 2010. Cuando tenía 7 años, y también fue cuando empecé a sacarle las fotos cada vez que la oía. Fue accidentalmente. Estaba probando mi cámara, justo cuando ella cantaba. La cámara casi se cae de mis manos, y accidentalmente saqué una foto algo borrosa de Silvia. Ahí empezó todo.

Ya me había fijado en como esa pequeña bolita de adorabilidad se ponía en su habitación a recitar melodías.

Silvia ya llevaba desde muy pequeña cantando, recuerdo que empezó cantando con su mejor amiga, algún anime de sirenas cuyo nombre no me quiero acordar.

Pero Silvia siguió especializandose en canto, cada vez la oía más variar entre canciones, como si no encontrara una que la hiciera sentir verdaderamente segura de cantar.

En 2015, la escuché cantar por primera vez la canción de "She Used To Be Mine". Fue perfecto.

La canción iba acorde con su voz totalmente. Y muchas veces, cuando estaba deprimido y la oía, me invadía una sensación de tranquilidad. Haciendo que las lágrimas empezaran a rodar por mis mejillas, y que mi piel se erizara.

Una notificación me sacó de mis pensamientos. Fruncí el ceño al ver lo que mi móvil me estaba mostrando.