2: "-Suelta a Huang. Él es de nuestra propiedad-"

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Él chico del baño en verdad era divertido. Después de nuestro accidente, me preguntó cómo llegaba a la dirección y yo le dije

—Tres pepinos crean a un Velociraptor—

Exacto, mi respuesta daba vergüenza ajena. Él solo rió por mi nerviosismo hasta que. Bueno. Su risa salió como nunca escuché. Se rió tan fuerte que parecía tener un ataque al corazón seguido de réplicas a todos los nervios del cuerpo. Me sonrojé, su rostro seguía siendo igual de lindo. Sus aperlados dientes se mostraban en su boca. Ninguna línea o arruga se acomodaba en su cara cuando reía. Era hermoso

Luego de eso, me pidió que lo llevará si podía. Y si puedo, pero mi consciencia me decía que no lo hiciera porque terminaría callendo de un acantilado

Caminábamos juntos hasta la dirección, hasta que me habló, rompiendo el silencio y sacándome de mis pensamientos

—Mi nombre es Na JaeMin— sonrió, mostrándome su mano— ¿Y el tuyo?—

Iba a decirle que mi nombre era Agustín Martino de las Mercedes de Caracas Venezuela, pero él y su rostro perfecto me hicieron decirle mi nombre espantoso

—Huang RenJun— tomé su mano y debió darle asco, estaba aún un poco pegajosa por la sangre

—Se que ni confianza tenemos pero eso de hacernos preguntas para conocernos podríamos hacerlo en otro momento. ¿Me responderas por qué estás todo machucado y golpeado?— volvió a poner su mano en mi mejilla. Este chico iba a volverme loco. Tenía una cara de ensueño, me causaba paros cardíacos en todos mis sentidos. ¿Cuales todos sí soy una máquina de estupidez? No sé

—Ya te dije, el árbol se acomodó para golp—

JAJAJA. Toma RenJun, este es tu décimo quinto premio por ser estúpido y cara de foca en desnutrición crónica

Estúpida consciencia. Acomodé mi cuello de la camisa para toser incómodo. Había dicho una estúpidez y él sonreía mirándome. ¿Ya dije que era lindo?. Pues si, es hermoso. Él iba a hablar pero yo lo callé apuntando la oficina direccional

—¿Me puedes esperar?. En verdad no quiero estar solo y no sé en donde quedan las cosas— sin dejarme responder. Entró y cerró la puerta. Decidí quedarme ahí. Mirando a la nada y pensando

¿Por qué John Seo no deja de golpearme sabiendo de que están todos mis amigos que también puede golpear? No sé. No hay respuesta para eso. Apoyé mi espalda contra la pared y miré el piso, mis pies son muy pequeños. Al igual que mis manos, mis piernas son largas y femeninas, después mi abdomen delgado y mis brazos de fideos sin ningún músculo. Yo soy muy blanco, demasiado.

Estube mirando y criticando mi grasoso cuerpo al menos treinta minutos hasta que salió JaeMin, mirándome sonriente

—Van a sacar el árbol con el que te golpeaste— él me sonrió y yo trataba de contener la risa. ¿En verdad se había creído eso?. Asentí luego de haber sacado mi cara toda roja de 'boi ja ezplotar'

—¿En qué grado vas?— le pregunté. Se veía de mi edad, parecía tener quince

Tú tienes dieciséis, imbécil

Eso. Si, tenía cara y cuerpo de chico de dieciséis. Me sonrió, mostrando el papel en sus manos

Segundo grado. Va conmigo.

—Vas conmigo— él me abrazó y sonrió, para después soltarme y saltar hasta tocar el techo de el pequeño pasillo

Era energético. Mucho más alto que yo y tenía músculos. Podía defenderme de John y sus amigos. Me haría su amigo.

—¿Vamos al salón?—

JaeMin tomó mi mano, para subir las escaleras y correr con seguridad al tercer piso. Va muy rápido, creo que voy a tropezar

¡Bingo!

Tropezé y caí de cara en la escalera. Provocando que JaeMin caiga también, azotando su bello rostro contra una eslabón más arriba que yo. Parecíamos retrasados en la escalera con las caras pegadas al cemento

—Ouch— se quejó. Levantándose de la escalera— Que barbaridad, me he caído de cara. Jamás me caí de cara— estaba sentado en el piso, limpiando su cara de la tierrita restante

—Auch— si, se lo que están pensando. ¿Por qué diablos aún RenJun no levanta la cara?. Pues, no, no la levantaré, me da miedo que vea mi fea cara llena de pedacitos de cemento

—¿RenJun?, ¿Te duele algo?— el tocó mi hombro y yo levanté mi cara

Él se tiró hacia atrás con cara de horror para después reír con muchas ganas. Y callarse. ¿Qué le daba risa?. Moví mi celular frente a mi rostro y ví mi cara toda llena de pedacitos, y bueno, los cementos formaban una cosa obcena en mi mejilla. Rápidamente quité los pedazos y le sonreí. Me sentía como Rasputia

—Ren, ¿Donde es el salón?— me preguntó

—Es al otro lado— apunte abajo

JaeMin miró por donde habíamos pasado y luego a mi. Parecía divertido

—Osea que ¿Corrimos aquí arriba por nada?— me llamó

—Pensé que venías por algo—

Es nuevo, ¿Ves que eres idiota?

—Soy nuevo, no se donde queda esto— rió

Okey. Bien. Ahora mismo quería sacarme los ojos con una cuchara y arrancarme la lengua con un atornillador. Miré el piso nervioso, no porque JaeMin me miraba buscando mis ojos, sino porque arriba estaba John Seo mirándome fijamente. Ahora cree que puede intimidar

¡Vamos RenJun! ¡Golpealo!

Tomé la muñeca de JaeMin y lo tiré hacia abajo. Pero él se detuvo y miró a dónde Johnny se encontraba. Dios, ¿Por qué me suceden estas cosas?, Si JaeMin resulta herido de esto yo mismo me quemo y tiro mis cenizas al acantilado al que debí caerme cuando nací

Sabes, RenJun mejor no lo machuques

—Hola— JaeMin le habló a John, mirando también al grupo entero de 'con pene y sin cerebro'. Al parecer, mi grupo estaba todo en el primer piso. Nosotros seguíamos en las escaleras

—¿Quién eres?— nadie le devolvió el saludo. Aparte de sin cerebro no tienen educación. Apreté con fuerza el brazo de JaeMin provocando de que me mirara confundido. Yo solo negué. Pero él siguió mirando a Johnny tratando de entender por qué no lo saludó

—Yo soy Na JaeMin, soy nuevo, ¡Hola!— gritó eufórico

—Suelta a Huang. Él es de nuestra propiedad.—

En qué mierda me metí.

Na JaeMin ¡JaeJun!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora