Ten: Oɴʟʏ Lᴏᴠᴇ. Pᴀʀᴛ: ²

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Lᴀ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ

——Adrien——

Un pequeño rayo de luz golpeó mi rostro, justo sobre mis ojos, obligándome a intentar "cerrar" aún más mis ojos. Pero ante el fallido intento, me cubrí con mi brazo para intentar seguir en mi sueño de belleza... Pero fue inútil.

Una vez que me despierto, ya no vuelvo a dormir.

Solté un suspiro y me di la vuelta, topándome con el hermoso rostro tranquilo de Marinette. Automáticamente los recuerdos de anoche me atropellaron en ese instante. La hermosa voz de Marinette gimiendo mi nombre y pidiéndome más. Sin duda es algo que me encantaría recordar para toda mi vida.

Después de ducharnos anoche, nos acostamos y nos fue díficil dejar de besarnos y de hablar de cualquier bobada que se nos ocurriera a las 12 de la noche. No recuerdo el punto exacto en el que nos dormimos, pero si sé que lo hicimos felices y enamorados de lo que nunca lo hemos hecho en nuestras vidas.

Acerque mi mano hacia su rostro para apartar delicadamente sus despeinados cabellos que me impedían disfrutar del tranquilo semblante de Marinette. De MI chica. Sonreí al ver como se removía ante mi tacto y arrugada su nariz, pero ni aún así, abría sus ojos. Marinette era realmente difícil de despertar.

«Y si a eso le sumamos el cansancio de anoche...»

Otra sonrisa se plasmó en mi rostro al volver a evocar esos recuerdos en mi cabeza. Sin duda alguna, fue la mejor noche para ambos. Giré nuevamente en la cama, pero esta vez para posar mi mirada en el reloj que se encontraba en la mesa de noche al lado de la cama, apenas eran las 6 de la mañana. Marinette no tardaría en despertar. Y por lo que me acabo de recordar, hoy es su cumpleaños. Necesito sorprenderla.

Así que aún en contra de mi voluntad me levanté de la cama y procedí a vestirme. Iría a ver si podía conseguir un desayuno digno para mí princesa.
Verla allí, en lencería negra de encaje con el hermoso fondo del mar con el sol saliendo de su horizonte, era realmente una obra de arte que me provocaba el no querer alejarme de esa cama. Pero mi princesa tiene que reponer fuerzas.

Salí de nuestra habitación y comencé a dirigirme hacia el restaurante del hotel, pensando en algo perfecto para comer este día especial.

«Quizá aquí tengan croissants deliciosos como los que hace mi sue...»

—¡Adrien! —Escuché gritar una voz de mujer. Rápidamente me giré para ver de quién se trataba. Era Kagami.

—Hey... Kagami. Buenos días —Le sonreí levemente.

—Buenos días —Contestó tomando aire— ¿Cómo estás?

—Amm... Bien, muy bien.

—Oye... Sobre lo de anoche —Me interrumpió con algo de nerviosismo— ¿Alguien te dijo algo?

En mi rostro apareció una mueca de confusión.

—¿Te refieres a una disculpa? Pues no. Simplemente hicieron ese escándalo y nadie se acercó, solamente los reporteros y paparazzis para no perderse de esa grandiosa "exclusiva" —Solté enojado recordando como una gigantesca bola de prensa nos aturdió en la salida del restaurante.

Sᴀʏ Yᴏᴜ Wᴏɴ·ᴛ Lᴇᴛ Gᴏ |Miraculous Ladybug| //AU//《Adrιɴeттe》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora