Capítulo 3: Problemas de locura.

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El tiempo se detuvo para mí tras ese golpe contundente y se hizo eco en mi mente como si quisiera recalcar su existencia.

Mi cuerpo se mantuvo rígido analizando las posibilidades: niños lanzando objetos a ventanas al azar, un pájaro estrellándose en la ventana... o, lo más probable, alguien intentando entrar a robar.

Los minutos transcurrían en un silencio apabullante y mi respiración se mantenía acompasada. En cualquier otro momento habría corrido hacia el origen de tal estruendo pero, tal vez por mi condición, respondí de manera cautelosa.

Caminé lentamente a la habitación de May mientras reflexionaba más mi situación

"Soy una mujer... O bueno, una adolescente, de 17 años... Solo visto una playera y un pantalón ancho... No luzco intimidante y tampoco tengo telarañas a la mano..."

No creía que ocurriese una desgracia, no obstante, si aquello que se encontraba por ahí no estaba solo, era seguro que me iba a ver envuelto en muchos problemas antes de lograr escapar.

Suspiré, sentía mis manos frías y mi corazón estaba a punto de explotar pero nada, no había nada en aquella habitación más que una cortina meciéndose con la brisa mañanera.

-¿Qué carajo?-susurré mientras daba en mi cabeza mil y una explicaciones de lo acontecido.

Entré como si nada al cuarto de mi tía y después de ponerle el seguro a la ventana me dirigí a mi cuarto y comencé a guardar mis cosas en una maleta de gimnasio: mi traje, una muda de ropa para ocultarlo, mi laptop, el celular y un par de otras cosas inútiles pero que añadirían peso a la maleta.

-Maldita sea -dije mientras me cruzaba aquel bulto en el cuerpo.

Salí del departamento en silencio, sintiéndome observado y perseguido. Rogaba que en cuanto saliera del edificio Happy estuviera ahí para llevarme cuanto antes, ya no me importaba a dónde irme, simplemente quería alejarme de aquel lugar.

Caminé rápidamente hacia las escaleras recibiendo miradas lascivas de mis vecinos mientras mi cuerpo sudaba en frío, presioné mi pecho mientras bajaba las escaleras corriendo en un intento desesperado de dejar atrás aquel sentimiento de persecución.

Corrí hacia la salida como si fuese la luz al final de un túnel muy oscuro y peligroso, me sentía cada vez más liberado de la presión en mi pecho y esperanzado de ver al jefe de seguridad con su usual mirada de enfado y celular en mano.

Me quedé sin aliento en la entrada del edificio, había un par de autos aparcados pero ninguno era de Happy. Respiré con dificultad y sentí una mirada en mi nuca que volvió a someterme al mismo estrés del que quería deshacerme.

Miré rápidamente sobre mi hombro y comencé a correr entre calles y callejuelas en mi intento desesperado por escapar. En un momento de lucidez, tomé mi celular y comencé a marcar desesperadamente el número de Happy sin respuesta.

"Está llamando al buzón de voz de: Happy Hogan".

🔹🔹🔹

-Maldita sea -repetí después de la milésima vez que escuchaba el buzón de voz.

Estaba corriendo a toda velocidad con el celular pegado al oído, en un ciclo infinito de llamar y colgar sin detenerme a recuperar el aliento.

No obstante, solo ocupé veinte minutos para que finalmente me alejara lo suficiente de aquel perseguidor para poder colarme por un callejón y esconderme detrás de unos contendedores de basura. El silencio rápidamente llenó el lugar y yo pude encogerme en mi sitio para pasar desapercibido.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2019 ⏰

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