Capítulo 1-1

12 1 1
                                    

Es habitual en mí el estar durante varias horas sin mirar una sola vez el móvil, a pesar de que se me acumulen infinidad de mensajes en los grupos de WhatsApp.

En concreto, hay un grupo en el que la cantidad de mensajes puede ser absolutamente disparatada si se le ignora durante determinado tiempo.

Ese grupo tiene por nombre «Almendrero de Doraemon», y en él estamos reunidos varios amigos que años atrás nos conocimos por Internet.

Y con años atrás no me refiero a dos o tres años, si no a hace más o menos una década.

Casi todos allí nos conocimos, tiempo ha, en diversos foros de Nintendo; actualmente cada uno ha seguido con su vida, pero seguimos teniendo muchos puntos en común, y la afición a los videojuegos es uno de ellos.

Un día como otro cualquiera entré a WhatsApp después de estar 3 horas trabajando, y encontré el grupo tenía más de un centenar de mensajes.

Me resultó difícil entender de qué estaban hablando.

Decían no sé qué sobre ir al monte Ebott, pero yo en ese momento supuse que estaban de cachondeo.

Por mirar poco el WhatsApp y por no meterme casi nada en Internet estoy muy desactualizado de la mayor parte de los memes y de las formas de humor que pululan por la red; a causa de esto, me cuesta un poco pillar los cachondeos internos que se traen en el grupo, y esto en ocasiones da lugar a pequeñas mofas hacia mí, sobre todo porque no suelo pillar la ironía.

Por este motivo ni se me ocurrió pensar que pudieran estar hablando en serio, pero tampoco entendía el punto de la broma.

Les dije entonces que me explicarán por qué tanto cachondeo, pero ellos insistían en decir que hablaban en todo momento en serio; que habían descubierto que el monte Ebott realmente existía, y que pretendían viajar hasta allí de verdad.

Hubo uno de ellos que, harto de mi insistencia, me dijo que lo mirara en Google Maps.

Pensé, por un momento, que les debía parecer muy divertido hacerme mirar Google Maps para consultar sobre un monte que ni siquiera existe; no obstante, no iba a saber la verdad aquella broma hasta que no la llevase hasta el final.

Por ello, y muy a mi pesar, acabé metiéndome a Google Maps para consultar tamaña tontería.

Lo que allí encontré me dejó completamente a cuadros.

Excursión al monte Ebott: isekaiWhere stories live. Discover now