Seguí al enfermero arrastrando los pies y me puse los auriculares y los conecte a mi celular, puse el volumen al máximo y coloqué crushcrushcrush de Paramore, deje que colocaran la camilla en la ambulancia, luego entré y me senté en el suelo en la esquina más alejada del idiota. El enfermero me observaba desde el asiento que estaba al lado del imbécil con una mueca divertida. Debía tener unos 35 años, tenía el cabello castaño y rasgos paternales, además de que tenía una calidez que te hacia confiar en él.
-Veo que son muy amigos ustedes dos- Paseó la mirada entre él y mi.
- Pero por supuesto, tenemos una relación tan íntima que yo le di un puñetazo en la mandíbula y el quedo inconsciente- Le dije con una sonrisa, en realidad el enfermero me caía muy bien.
- La juventud de ahora y sus amistades - Dijo riendo
Yo también me estaba riendo, cuando la ambulancia giro muy bruscamente y salté a la otra esquina golpeándome en un ojo contra la pared, mientras sonaba un golpe y un gruñido. Me pare con dificultad y vi con asombro que el idiota estaba parándose con dificultad del suelo tomándose otra vez la nariz entre sus manos, ¡el muy tonto se había vuelto a golpear la nariz al caer de la camilla! Me entraron unas ganas incontrolables de reírme, pero me comenzó a doler el ojo por el golpe que me di contra la pared de la ambulancia, gracias a dios que ya nos habíamos detenido y que abrían las puertas de la ambulancia para entrar al hospital.
-Creo que te golpeaste un poco fuerte ese ojo- Me dijo el enfermero.
-¿Cómo lo sabe? Usted no me pudo haber visto golpearme el ojo contra la pared, la camilla me tapaba-
-Bueno, creo que es mejor que lo veas tu misma en el hospital-
Extrañada, caminé a la entrada del hospital y abrí las puertas, fui por el pasillo tranquilamente, pero me di cuenta que los pacientes me miraban más extrañados que lo normal (considerando mi apariencia), hasta que al fin llegué al baño. Cerré puerta y me dirigí directamente hacia los espejos. Mi ojo tenía un círculo perfecto de color azul con los bordes verdes, y se me estaba hinchando poco a poco. Golpearon la puerta y cuando la abrí me encontré al enfermero al otro lado.
-Vamos, te conseguiré un poco de hielo-
Me llevó a una camilla que estaba desocupada y un joven más o menos de mi edad apareció con una bolsa de hielo.
-¡Hola!-Dijo sonriéndome
-Hola- Le dije sin muchas ganas
-Creo que te has dado un golpe muy fuerte en ese ojo- Dijo entregándome la bolsa de hielo.
- Si, me caí como morsa en la ambulancia y me golpee el ojo-
No sé si se puso a reír o le estaban dando convulsiones, de verdad que su risa era realmente extraña.
-Bueno, gracias por el hielo, pero tengo que irme a mi casa ya-
- De nada, y cuidado con volver a caerse como morsa por ahí- Dijo guiñándome un ojo
Puse los ojos en blanco y me salí del hospital, abriendo mi mochila para sacar mis patines… esperen, no están… Me golpee la frente con la mano acordándome demasiado tarde de mi ojo. Con todo eso del puñetazo y el desmayo, se me había olvidado sacar mis patines de mi casillero, será un milagro si llego a mi casa caminando. Preferí comenzar en ese mismo instante mi proeza, para llegar más “temprano” (Dentro de lo posible) a mi casa.
Comencé con un trote rápido, casi corriendo, pero creo que fue una mala decisión, ya que llevaba así 15 minutos y ya estaba sudando a mares y jadeaba como perro, así que me rendí y me puse a caminar.
Aparte de llegar a mi casa toda sudada y sucia, llegue sana y salva cerca de las 20:00 horas, si camine dos terribles horas. Me dirijo al baño para observar mi ojo azul… esperen… ahora está de un morado casi negro, y está muy pero muy hinchado, casi lo tengo cerrado… creo que estar caminando una hora no fue de mucha ayuda para mi ojo. Me meto en la ducha para lavarme todos los inconvenientes del día, y cuando estoy casi terminando, se acaba el gas y sale el agua fría, me las aguanto como puedo y termino de ducharme. Me tomo un analgésico para que se deshinche mi ojo, me dirijo a mi habitación y me visto lo más rápido que puedo. Sé que mi hermano no llegara hasta más tarde, o incluso no llegue, así que me acuesto en la cama y me acomodo para no sentir dolor en el ojo ni presionarlo, y me quedo profundamente dormida, preparándome mentalmente para poder soportar el siguiente día… y no morir en el intento.
PD: ¡Hola! Aquí está la cuarta parte, acuérdense que se suben capítulos todos los sábados :3
PD2: ¡Disfruten la lectura! ;)