Taehyung había terminado de ducharse en el baño del cuarto de Seokjin y bajó rápidamente a buscar alguna película para mirar acurrucado junto a su mejor amigo. Jimin se encontraba terminando de asearse en la ducha del baño de la planta baja, ya que el de su cuarto se encontraba en reparación. El timbre resonó en toda la casa que se hallaba en calma, y Taehyung, con una paletita de fresa en su boca, corrió a abrir la puerta, no sin antes observar por la mirilla de quien se trataba. No estaba de ánimos para sufrir la irrupción de algún ladrón o asesino serial esa noche. Apenas vio quien se encontraba tras la puerta, empezó a hiperventilar, abrió ampliamente sus marrones ojos mientras se abanicaba el rostro frenéticamente con sus manos. El timbre volvió a sonar y se tranquilizó, cerró los ojos y suspiró profundamente, acomodó sus ropas y peinó su cabello.
– Hola Hobi hyung, tiempo sin verlo. – saludó sereno y coqueto luego de abrir la puerta.
– Tae, precioso cómo estás? – Hoseok lo miró seductor, mostrando una de sus enormes sonrisas que se caracterizaban por enceguecer como el mismísimo sol. – Jin hyung me pidió que venga a echarles un ojo mientras se quedan solos esta noche, dime se están portando bien? – inquirió en un tono más que sugerente. El menor solo río y se mordió el labio tratando de provocar al otro, se hizo a un lado para que entrara en la casa y cuando estaba por cerrar la puerta, un peso del otro lado logro abrirla de nuevo dejando a la vista al amigo de su hyung.
– ¿Qué parte de espérame no entendiste Hoseok? ¿Qué esperabas, salir y dejar la puerta sin llave? por dios que torpe eres. Hola Taehyung. – el menor rodó los ojos ante las quejas del pálido pelinegro amigo de su Hobi hyung. Forzó una sonrisa y lo saludó.
– Hola Yoongi hyung que gusto que nos honre con su visita.
Ambos se sonrieron cínicamente y el menor los invitó a la sala mientras cerraba la puerta principal con seguro.
– Así que hoy hay fiesta de pijamas sin adultos en la casa, ¿Se divertían? – preguntó Hoseok mientras escaneaba al castaño de arriba abajo, casi comiéndoselo con la mirada. El contrario respondía a sus miradas jugando con la paletita en su boca.
– A decir verdad, estoy un poco aburrido, Jiminnie malo está tardando en bañarse y no tengo quien juegue Mario Kart conmigo. – respondió en un tono infantil, puchereando tiernamente. Yoongi rodó los ojos y se sentó en el sillón tomando el control para comenzar a buscar algo en Netflix. Ya sabía cómo terminaría esto.
– Pues qué bueno que llegó hyung para jugar contigo, no? – y antes de que pudiera acortar toda la distancia entre ambos, Taehyung lo tomó de la mano y lo llevó rápidamente consigo.
– Yoongi hyung, dile a Jimin que estaré en la habitación de huéspedes que no moleste! Hay pizza y pastel en la cocina! – gritaba mientras arrastraba al mayor escaleras arriba, entrando a la habitación y cerrando de un portazo.
Yoongi bufó y continuó viendo la televisión. Al cabo de unos segundos se paró y se dirigió a la cocina, decidido a buscar algo para comer en lo que su amigo acababa su asunto con el castaño.
Entró en la cocina bostezando y frenó en seco, cortando su bostezo de golpe y casi quedándose sin aire.
– Tae será mejor que no hayas invitado a nadie a venir sabes que Jin hyung se enojará. – Un joven se hallaba de espaldas a él, abriendo la puerta del refrigerador. Estaba usando solo un bóxer, un ajustado bóxer negro y una holgada remera que, gracias al cielo y a todos los dioses del universo, no llegaba a cubrirle más abajo de la columna. Yoongi tragó en seco, conocía al niño, bueno al chico frente a él.
Park Jimin era el vecino de su mejor amigo, y medio hermano de Seokjin, el hyung que a veces saludaban en la universidad. Lo había visto varias veces, sobre todo cuando el calenturiento de Hoseok se detenía para hablar (coquetear) con el amigo de Jimin. Nunca le había dado demasiada atención, lo conocía desde bastante pequeño y a pesar de que admitía que con el pasar de los años se había transformado en un joven bastante atractivo, Yoongi nunca miró al menor como un posible ligue. Él, a diferencia de su depravado amigo, no se molestaba en conquistar jovencitos de secundaria de 16 años, por más atractivos que sean. En realidad, el pelinegro no se molestaba en conquistar a nadie, era por defecto muy antisocial, sus amigos bromeaban diciendo que era un anciano en el cuerpo de un joven y que moriría solo. Al mayor nada podía importarle menos.
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Little Neighbour - (MiniFic Yoonmin)
FanfictionMin Yoongi nunca se pudo imaginar que aquella sería la verdadera personalidad del pequeño vecino de su mejor amigo. Aquel tierno e inocente chico de cabello rosado y rostro angelical. Descubriría que las apariencias engañan. -Historia corta (three...