Cabra chica [CHILENSIS]

Quince

Perra culiá.

Así es como me siento:(

No debí darle el beso al Liam y menos después decirle lo que sentía.

Pero ya la había cagado.

Su mirada, él Klaus me odia.

Flashback

— Te quiero Marina— me susurró Liam mientras teníamos nuestras frentes juntas.

— Liam, yo no puedo— me separé de él y sentí la presencia de alguien a mi costado.

La Rocío y Klaus estaba a su lado.

—Hasta que están juntos, felicidades — comenzó a aplaudir como ahueoná.

—No digas...— no alcancé a terminar porque una voz que conozco a la perfección me interrumpió.

— Vamos Rocío, dejemos a la parejita del año acá— me miró de pies a cabeza y se fue llevándose de la mano a la Rocío.

—Liam, yo quiero a Klaus, perdón— y me fui detrás de Klaus trate de encontrarlo pero no hubo caso, me importaba una reverenda mierda que estuviera con el Rocío, llámeme egoísta o lo que quieran pero no saben que es sentir que quieres a alguien y no poder al menos decírselo.

Pero ya era muy tarde, se había ido, no encontré su auto en ningún lado.

Fin del flashback

Estaba acostada en mi cama pensando en todas las cagadas que me había mandando en este último tiempo y hueón mi vida era como una teleserie mexicana, solo que la mía al parecer tenía un final nefasto.

Me pare de mi cama y le pegué una patada al clóset de tanta rabia que tenía.

Mala idea.

Mi tobillo sonó y al instante caí al suelo.

Por la mierda.

Trate de pararme pero no podía el dolor estaba en toda mi pierna y era demasiado agudo, mis lágrimas empezaron a caer sin control alguno.

Tomé mi celular y marqué el número de la primera persona que se me vino a la mente.

Llamada.

—Hola, ¿quién habla? — respondió ella, estaba con ella.

—Klaus — dije tratando de contener el llanto.

—Amor, llama alguien no se quién es— gritó Rocío — ya voy — se escuchó la voz de él.

—Puta la wea— me quejé del dolor que sentía.

—hola, ¿quién habla? — preguntó él en la otra línea.

—Klaus, te necesito, ayúdame — dije en un susurro.

—No puedo, llama a tu novio— suspiro — estoy cenando con mi bebé — terminó de decir y luego cortó la llamada.

Solo eso bastó para hacerme un ovillo en el suelo, y llorar, todo lo que no había llorado en este último tiempo.