capitulo 3

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Miré hacia la ventana, estaba oscureciendo, en mi teléfono tenía más de diez llamadas perdidas de mi madre, y mensajes desesperados. Eran ya las 7 de la noche y no me di cuenta de lo rápido que pasó el tiempo. Tomé mis cosas, salí corriendo a casa y llegue a cenar. Le platiqué a mamá sobre mi idea y le pareció extraordinaria, me felicitó, obviamente después de haberme llamado la atención por no avisarle donde andaba ni haberle contestado el teléfono, pero estaba tan entusiasmada al igual que yo. 

El siguiente lunes llegué súper temprano a clases, busqué a Caro y le mostré la inmensa lista que hice durante día y noche, eran cientos de nombres, y mi propósito era que todos en mi escuela conocieran a estas mujeres, así que me organice en el receso con mis compañeras de clase y les platiqué sobre mi proyecto. Estaban emocionadas y sorprendidas al igual que yo. Aida se acercó y me pidió una disculpa por haberse burlado, y me dijo que me apoyaba al cien por ciento en mi proyecto, Ana dijo lo mismo, Gabriela, Miranda,  Mónica y Montserrat se sumaron a esta tarea. Estaba tan contenta, empezaría un cambio en mi escuela.

Érase una vez una niña que no estaba sola  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora