Regresé al aula, mi clase de Historia comenzaba. Estaba tranquila pero algo inquieta… mis compañeras de grupo seguían murmurando. Damián hizo un avión de papel con una hoja azul, mi color favorito, y lo lanzó hacia mí. No podía creer que también él se burlaba de mí. Lo miré desconcertada y el me hizo una seña, -¡ábrelo! leí en sus labios y en la forma en que movía sus manos, y eso hice.
¡Yo creo que puedes lograrlo :)Animo Romi!
Guardé mi avión en mi mochila y me dispuse a copiar del pizarrón las notas del día. Al final de la clase me acerqué a la maestra Caro y le platiqué lo sucedido. Me sonrió, tomó mi mano y me dijo lo siguiente:
Romi, tú eres una gran chica y puedes tomar el ejemplo de grandes mujeres de la historia de la humanidad. No te sientas triste, al contrario aprende de todo lo que te suceda.
Me recomendó ciertos libros y se me ocurrió una magnífica idea.
Me dirigí a la Biblioteca Nacional, e investigué acerca de todas estas mujeres que mencionó Caro, hice una lista de sus nombres y sus logros más destacados. La lista era inmensa, casi interminable, no podría creer la cantidad de mujeres tan exitosas que habían existido en estas diferentes áreas; ciencias, política, literatura, artes, filosofía… ¡Guau! Estaba asombrada. Ahora entiendo porque la gente se ríe. ¡Lo hacen porque no las conocen!
