IV.

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En el tiempo que llevaba en la Ciudad Sagrada nunca había estado realmente solo con Jeno, ni una vez, por eso cuando se acercó al estanque donde solían reunirse los siete le sorprendió verlo sentado a la orilla sin compañía.

- ¿Jeno? – llamo suavemente y el otro volteo a verlo –

- Hola – respondió tímidamente mientras Jaemin tomaba asiento junto a él en el césped –

- ¿Y los demás? –

- Tuvimos practica de arquería, - explico el pelinegro – Jisung y Minhyun hyung se quedaron a unos tiros extras, y creo que Renjun y Donghyuk tenían una clase especial con el Gran Concejal –

- Ya veo –

- ¿Y Chenle? –

- Recibió una carta de su mamá y fue donde Taeyong hyung a responderla –

- Comprendo –

Los dos estuvieron un rato en silencio después del pequeño intercambio, en algún punto Jeno volvió a tomar su mano como la noche anterior y observo con atención como sus dedos se entrelazaban naturalmente.

- Eres tú, ¿cierto? – dijo Jeno cuando al fin alzó la vista para encontrarse con los ojos de Jaemin, repitiendo lo que el castaño le había dicho cuando se conocieron - ¿La persona a la que mis padres le mandaban flores de fuego en su cumpleaños? –

- Sí, soy yo – admitió sonriendo –

- ¿Tienes una marca al igual que yo? – pregunto el joven guardia aun incrédulo de lo que pasaba –

Por respuesta Jaemin alzo su mano derecha, la que no sujetaba Jeno, de modo que la manga de su hanbok resbalo mostrando su muñeca, la marca de un dragón rodeando una luna adornándola.

- Mis manos son las que tienen el don de sanar – dijo Jaemin – por eso la marca está ahí – después miro a Jeno expectante, el pelinegro guio sus manos unidas sobre su corazón –

- El corazón del dragón que me convierte en un hwajae me da el don del fuego –

- ¿Puedo ver? –

Jeno dudo un momento antes de asentir, el castaño soltó sus manos en favor de tomar la cinta que cerraba el jeogori azul del otro para abrirlo. El joven guardia contuvo la respiración cuando una vez suelta la parte superior de su uniforme Jaemin procedió a abrir su sokgui descubriendo su pecho donde estaba la marca de un dragón rodeando un sol. Jeno sujeto nuevamente la mano del castaño cuando sintió como este recorría la marca con la punta de sus dedos.

Jaemin alzo la vista sonriendo traviesamente al otro, la sonrisa le fue correspondida con una cálida. Con la respiración agitada el castaño inclino su rostro y lo acerco con la intensión de besarlo, pudo sentir a Jeno tensarse pero no se movió, a unos centímetros de tocar sus labios...

- ¡¿Pero qué rayos?! – interrumpió la voz de Donghyuk –

El pelinegro se hizo hacia atrás a prisa mientras Jaemin reía, ambos voltearon a ver a sus amigos que llegaban en ese momento. Minhyun cubría los ojos de Jisung mientras Renjun hacia otro tanto con Chenle, los dos menores luchaban para descubrirse los ojos.

- Sé que se gustan pero no es demasiado para un lugar público – dijo Renjun, Jeno a prisa acomodo sus ropa mientras Jaemin reía, al fin dejaron ver a Jisung y Lele y caminaron a la orilla del estanque para sentarse –

- Consigan un cuarto – dijo Donghyuk rodando los ojos para recibir un zape de Minhyun –

- No digas eso frente a Lele y Jisung –

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