Los del club de literatura.

.P R Ó L O G O.

Hades:

Hola, soy Hades. Por hoy te permitiré que no utilices formalidades conmigo.

Comenzamos esta historia en un escenario triste y lamentable. Me acaban de dejar.

Sí, lo sé, suena como el peor inicio para una historia, pero ¿qué le hacemos?, ahí empieza la mía.

5 de enero del 2.015:
Eva y yo nos hicimos novios.

14 de febrero del 2.015:
Pasamos el mejor San Valentín juntos.
Di mi primer beso.

19 de marzo del 2.015:
Le dije que la amaba. Ella igual.

3 de abril 2.015 :
Descubrí que me fue infiel.

5 de abril 2.015 (actualidad):
Ella rompió conmigo.

Ahí me encontraba yo, el idiota que estaba dispuesto a disculpar una infidelidad. Nos habíamos reunido en la mejor cafetería de Rushville, ella llevaba su rubio cabello en ondas a un lado, un vestido azul marino que hacía juego con sus ojos y una diadema dorada.

Nos encontrábamos ambos con risas nerviosas en nuestros rostros, yo torpemente le di un ramo de flores que había comprado y ella agradeció con una sonrisa, se aclaró la garganta y empezó.

—Hades, eres un GRAN chico, de buen corazón— dijo ella. Traducción: eres bueno pero para que estés en la friendzone— pero esto nos está haciendo daño— te hace daño a ti porque ya te he engañado como con 5—sé que lo sabes y en verdad lo lamento— no lo lamento para nada, lo hice consciente, duh — y espero que me perdones— solo quiero limpiar mi consciencia y hasta para eso me aprovecharé de tu nobleza, tu masculinidad,  tu perfección... ya paro.

—Lo que no entiendo es por qué lo hiciste. Sabes que soy una persona razonable y dialogadora, pero... ¿serme infiel?, no pensaste en lo que me dolería a mí ¿cierto?...— le solté con cautela el discurso que había escrito ayer y que ensayé, pero e ella bajó la mirada avergonzada y me cortó.

—En verdad lo siento...— se paró de su asiento y me dio un incómodo beso en la mejilla. Y yo, como un tonto que seguía enamorado, me toqué la mejilla en ese mismo lugar.

Lo que no sabía era que eso solo era el comienzo, mi vida, mi orden y mi todo se empezó a desmoronar.

Y luego, llegó ella. Pero esa es una historia para más tarde.

~Hades se despide con sus más cordiales saludos.