Hola, de nuevo.
Lo retomamos en donde lo dejamos ¿sí? Donde mi vida empezaba cambiar, pero antes te contaré un poco sobre mi.
Me llamo Hades Dawson, un chico de 17 años que -y no es por alardear- tiene excelentes calificaciones. Siendo desde pequeño un apasionado por el orden y la pulcritud, fue sorpresivo cuando me empecé a interesar por la literatura, el arte de las palabras, ya que... no se esperaban algo creativo de mi.
Soy hijo de dos fabulosos padres (o eso creía yo), y gracias a dios nunca nos ha faltado nada.
Después de platicar un poco más sobre mi vida, pasaré a contar como soy yo a un nivel más... espiritual, digamos que soy esa persona que corrige tu ortografía y escucha sus propias notas de voz. Yo soy esa persona.
Soy esa persona que hace todas sus cosas pendientes antes que nada. Soy esa persona.
Soy la persona que te responde con sarcasmo. Soy esa persona.
Mentiría si te dijera que me levanté por los rayos del sol atravesando mi ventana, en realidad era totalmente diferente. Me levanté a las 4 a.m para tomar agua, y luego ya no me pude dormir, aproveché unos 10 minutos para quejarme de mi mísera existencia e ir al baño. Ocupé otros 10 minutos redactando mensajes para mandarle a Eva y dejarlo en notas, que claro, para conservar la poca dignidad que me quedaba, borré.
Al fin me decidí por escribir un poco, era una historia acerca de una chica tímida que cambia por un chico del que se enamora. Desde que empecé a salir con Eva la estaba escribiendo, pero ya no tenía ganas de seguirla continuando.
Luego, dormí 2 horas y sonó mi alarma. Sintiendo mis músculos contraerse debido a ese sentimiento que ataba mi cuerpo a mi cama me levanté, no sin antes ordenar mi habitación y ponerme pantuflas.
Fui directo al baño en donde me quedé un tiempo mirándome al espejo para despertarme cuando note la hora en mi reloj de mano, tenía 4 minutos para vestirme, comer y salir a la parada en donde me esperaría el bus, así que me vestí tan rápido como nunca lo había hecho.
Y así hice, le di un beso a mi bella mamá en la mejilla y cargando con mi bolso normal, mi bolso de la ropa de natación, y mi bolso para colocar la computadora, salí corriendo. No me había dado cuenta pero había abotonado mal mi camisa, llegué a la parada justo a tiempo para montarme en el bus y así hice. Una vez llegué, tomé asiento junto a un chico pelirrojo alto y fornido que era jugador del equipo de football. A diferencia del típico cliché, Max era una persona simpática y buena, y, por si me faltó mencionarlo, era mi mejor amigo.
-Hades... tienes tu camisa mal abotonada...- dijo señalando un botón que estaba en el hueco del botón de arriba a lo que yo me escondí detras de mi bolso para arreglarlo.
-Sí, es que digamos que esta no fue mi mañana- dije.
-No creo alguien se haya dado cuenta, nadie nota esas cosas. Además - su relato fue cortado por el bullicio de unos chicos que se encontraban molestando a una chica con pelo de colores, y ella un poco harta les sacó el dedo corazón con leve indiferencia.
-Sinceramente solo nos falta la jaula para que sea un circo, lo de animales ya lo tenemos- negué con la cabeza.
-Sí...- dijo Max y continuó hablando.
Fue un camino corto ya que de mi casa a la escuela hay 6 minutos, por lo que al llegar me dirigí directamente a la oficina del consejero escolar.
-Vengo a solicitar la admisión del club de ajedrez para un aumento de mi currículum estudiantil- solicité mientras tomaba asiento es su oficina.
-Veamos, Hades Dawson, el chico que forma parte del club de nado, el chico con las mejores calificaciones que fue parte de un concurso intercolegial de idiomas el año pasado... ¿necesita un aumento de currículum?- dijo el consejero llevando su taza de café a sus labios.
-Correcto- le dije asintiendo levemente.
-No quisiera sobrecargarte de cosas, Hades. Sé que eres capaz de hacer mucho, pero debes llevar las cosas con más calma- dijo el consejero.
-Es que mire, esto lo hago más por motivos personales, es que me entusiasma el hecho de poder sentirme útil y productivo- le dije al consejero. Él con un largo y sonoro suspiro, finalmente aceptó.
-Lo hago porque sé que puedes. No está disponible el de ajedrez, de hecho ninguno está disponible, solo el de literatura y el de computación-
-El de literatura estaría bien-
-Bueno hablaré con el líder, ya que necesitas de su permiso. Hoy es un gran día, una estudiante de tu mismo grado también fue obligada a entrar-
Dijo el consejero.-¿Obligada? -
-Sí... bueno, la verdad fue mi idea el castigo, es mejor que se metan en otras actividades a que los expulsen, si es que al final la expulsión no tiene un afecto significativo en el estudiante, pero eso no importa, vamos, ya sal es hora de que entres a clases- dijo el consejero desde su asiento desviándose ligeramente del tema a lo que yo cogí mi mochila y me levanté.
Al salir, preocupado por si llegaba tarde a clases, me topé con una aglomeración de estudiantes al rededor mío. Yo, molesto porque repentinamente era el centro de atención, les grité a todos que me dejaran de mirar, pero fijándome bien en la escena encontré que me encontraba parado en una cima de hojas rotas de cuaderno que estaban rayadas con bonitos plumones de colores. Arrancados sin piedad, al parecer fueron colocados minuciosamente en el suelo y con pintura roja sobre ellas se encontaba escrita la frase:
"MAYA ES UNA FACIL"
Levanté la mirada abrí mucho los ojos, no sabía quién era Maya, pero la chica del bus con un cabello MUY llamativo estaba al lado mío colgándose bien su mochila y respirando con dificultad, yo me eché un poco para atrás, ya que esa situación me había incomodado un poco, y entonces salió el consejero escolar pasando entre la multitud y acercándose a la chica del pelo de colores que yo deduje que era Maya.
-TERMINÓ EL SHOW- dijo Maya gritando y mirando a la multitud con furia.
-Maya, déjame y yo me encargo...- le dijo el consejero en voz baja poniendo una mano sobre su hombro.
-ALÉJESE DE MÍ- gritó quitando la mano del consejero y se volteó a la multitud en voz muy alta y volvió a gritar -POR LA ÚNICA RAZÓN, QUE NO SOY ATEA, ES PORQUE PIENSO QUE HAY UN INFIERNO, HAY UN INFIERNO CON ESE LUGAR GUARDADO PARA GENTE COMO USTEDES- se agachó del suelo, y se tomó el tiempo de recoger todos y cada uno de los papeles en el suelo mientras nadie se inmutaba, ensuciando sus manos de pintura roja fresca. Por el rabillo del ojo noté que una chica que parecía gótica se agachó lentamente a recoger los papeles junto a ella al igual que Max, así que yo también ayudé.
-"Fácil" está mal escrito- dije en voz baja y todos me voltearon a mirar, por lo que me aclaré la garganta y continué- no es "facil", es "fácil"- y continuamos hasta recoger todos los papeles y entregárselos a Maya. Ella los botó todos y se subió las medias que (por cierto una era de lunares y la otra de rayas), y alzó la mirada, sus ojos recorrieron la estancia aburridos y el consejero la miraba como su fuera una bomba a punto de explotar.
Me hice un poco para atrás y la chica caminó todo el pasillo seguido por el consejero, que se encargó de tocar la puerta del cuarto de limpieza de la cual salió una señora de edad un tanto mayor y rellena con unos trapos en la mano, la señora miró preocupada y el consejero solo dijo:
-Necesito que me acompañe... es por su hija-
Entraron a la oficina del consejero y cerraron la puerta detrás de ellos. Me quedé de piedra y no era el único. Todos lo estábamos.
Tal vez un poco de drama así a mi libro no sería malo.
~Hades se despide con sus más cordiales saludos.
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Los del club de literatura.
Подростковая литератураÉl era algo tan simple como un libro con páginas, reglamentos y márgenes. Ella era todo un colorido poema, palabras brotaban de su espontánea personalidad. Amos eran diferentes, ambos se complementaban, ambos se necesitaban. Les tomó mucho darse cue...