SANCTUARY || parksborn

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MJ miró el sonrojo de Peter, uno que ella nunca había provocado. Los dedos de Harry dentro de su boca, que, aún que lo tenía de espaldas, podía saber perfectamente que su expresión era una completamente perdida, quizá incluso embobada, algo que ella ni nadie jamás imaginarían en el joven Osborn.

Harry no le estorbaba a Peter para ver a la morena (al menos no de forma física, pues era muy claro que lo hacía.), y aún así su novio seguía perdido en los cafés ojos de su "amigo", mientras una de sus manos tomaba su cuello, jugando con el castaño cabello, la otra sostenia la muñeca de la mano que jugaba con sus labios y su lengua.

Michelle simplemente huyó del pasillo, sin prisa alguna, con aquella imagen grabada en su mente hacia donde el baile escolar estaba siendo efectuado. Se sintió estúpida por haber tenido sus cinco minutos de celos hacia Gwen cuando claramente ella no era la posible "amenaza" .

- ¿No los encontrarste? Creo que Harry estaba molesto y suele ser algo intenso... -la dulce voz de la rubia sonó a su lado, con un notorio tono de preocupación. Bueno, ya había visto cuán intenso podía ser Harry, eso no estaba en duda.-

Michelle sólo negó, mientiendole a, de hecho, su única amiga mujer. Quería abrazarla, pero ni ella misma sabía cómo sentirse en aquel momento, no sabia si debía estar triste, molesta, o simplemente no darle importancia, después de todo Peter no la había cambiado por otra chica.

De hecho... ¿la había cambiado, o sólo era cosa de una vez? ¿era la primera vez? Realmente quiso saberlo, y aquello sumaba una nueva emocion: la intriga. ¿Debía sentirse intrigada?

Sí, estaba molesta e intrigada. Pero molesta consigo misma. ¿No lo había notado, o sólo lo había pasado por alto? Tal vez Peter se sentía atraído por Harry sólo por el alcohol que este había logrado infiltrar en la escuela, o tal vez todo empezó desde el segundo día de clases, en la primera clase de química que tuvieron después de desaparecer por cinco años, empezando por esa extraña conexión...

(...)

Peter corrió rápidamente, iba tarde para su primera clase (una costumbre que no había cambiado en esos cinco años). Regresó bajando un poco la velocidad una vez pasó el salón por menos de un metro, sin embargo al entrar estuvo apunto de tirar el bote de agua de la maestra, agradeció a su "cosquilleo de Peter" por evitarlo.

- Lo siento señorita... -guardó silencio, sin saber quién era ella, pues no estaba antes de su viaje al espacio. -por llegar tarde. -iba a dirigir sus pasos hacia las mesas, dispuesto a sentarse con Ned, sin embargo él estaba junto a una chica rubia de cabello corto. Peter pensó que era linda, pero aquello se esfumó con las palabras de la maestra.-

- Siéntate en la mesa vacía. Yo asigno los lugares. -Peter asintió apretando los labios, caminando hasta el fondo del salón. Le dio una pequeña sonrisa a MJ que se encontraba a dos lugares de él, y ella muy a su manera la respondió, con algo que parecía más una mueca.-

Desvió su mirada hacia la entrada del salón cuando alguien más entró. Un chico más alto que él, quien saludó a la rubia, que hasta entonces había ignorado a Ned por hablar con un chico de tez oscura.

-Harold, empezando bien el año. Llegas tarde. -comentó la maestra, mientras el ahora llamado Harold rodaba los ojos con una sonrisa cínica en sus labios.-

-No hay que perder las buenas costumbres. -contestó él, antes de que la maestra señalara el lugar vacío a su lado. Peter se sintió un poco cohibido. Esperaba estar junto a alguien que conociera, alguien que tuviera algo de tacto después de lo que había ocurrido con el señor Stark, pero ahí estaba Harold, sentándose a su lado.-

Ambos sacaron sus cosas, aún que Peter ya tenía la mayoría sobre la mesa. Entre todo su libreta, la cual se sorprendió al ver que Harold la jalaba hacia él y empezaba a anotar algo. Peter quedó anonadado con su caligrafía, era demasiado perfecta para no ser generada por una computadora. Tal vez él era una computadora, nadie podía tener tantas cualidades a simple vista.
Tenía dinero, eso era seguro. Las chicas estaban detrás de él (y podia jurar que varios chicos también pusieron ojos de gato huérfano al verlo.), tenía seguridad sobre sí mismo, lo notaba por su lenguaje corporal aún sin ser un experto en ello. Y ese cabello, sus ojos, sus labios, el perfecto tono de su piel que por un momento, Peter se pregunto si era parejo en todo su cuerpo, o si la piel expuesta estaba ligeramente más bronceada.

"¿Tienes luz?" Eso era todo lo que había anotado; Peter quedó confundido ante aquello, cosa que el chico (o quizá robot, Dios griego o Ángel) a su lado noto, por lo cual escribió nuevamente. "Encendedor."
Peter negó levemente, sin mirarlo, de nuevo otro texto: "Yo sí."

¿Lo estaba invitando a fumar? Peter no lo captó del todo al inicio, y se puso nervioso.

"No fumo." Escribió con un mínimo temblor en la mano, y se reprimió por ello. Estaba tenso desde el funeral de Tony, pero no debía demostrarlo en público.
Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Harold, quizá se estaba burlando de él, quizá le había dado ternura, Peter nunca lo sabría, nunca lo conocería del todo, nunca lo podría leer y quizá eso fue lo que despertó la primera chispa de interés durante aquellos meses.

- Harry Osborn. -dijo mientras extendía su mano por debajo de la mesa, su tono no era muy alto, de manera que sólo ellos lo escucharan, pero mantenía la firmeza al hablar.-

》Harry... así te gusta que te llamen. Quizá por que Harold suena muy maduro, muy adulto. O quizá sólo te apodaron así y te llegó a gustar...

Peter tomo su mano sin dudarlo. -Peter Parker. - Harry soltó su mano, volviendo su vista a la pizarra, donde la maestra ponía algunas fórmulas que ambos sabían resolver perfectamente, y eso era algo que descubrirán pocos minutos después, igual que la química que ambos compartían a la hora de trabajar juntos.-

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