Trauma

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Say you're there when I feel helpless
If that's true, why don't you help me?

Dean admitía que el silencio en el búnker se le estaba haciendo algo insoportable de sobrellevar. Ya no escuchaba la cafetera trabajando en las mañanas desde antes que decidiera abrir los ojos y pararse de su cama como siempre solía suceder. Las movidas de las páginas que se escuchaban la mayoría del tiempo de aquellos libros antiguos que adornaban las estanterías del bunker no sucedían a menos que él o Sam, o el dulcero personal de este, necesitaran leer algún libro para alguna cacería o solo por pura casualidad cuando el aburrimiento se hacía presente siendo la lectura como la única opción para entretenerse. El bunker se sentía muy vacío y algo frío, tal vez eran cosas de Dean pero era la realidad después de todo. Estaba solo en aquel lugar, su hermano Sam podría estar disfrutando ahora mismo del sol por las costas de Grecia mientras él se hundía en cerveza sintiendo aquel picazón dentro de él. Podía ser que fuera la soledad, el aburrimiento o tal vez de que si faltaba algo, tal vez alguien en aquel lugar junto aquel hombre que no hizo más que cometer una tonta idea hace mucho tiempo. Tal vez había sucedido por el temor o el cambio, a pesar de que fue tan sólo hace unos meses para Dean se sentía eones por que la culpa lo hacía sentir así. Su hermano Sam se lo hacía saber cada vez que podía, este odiaba ver a su hermano como un lobo enjaulado sin tener a su compañera para que lo calmase. Era algo que a Dean le enojaba que trajera a colación por que ya tenía suficiente con lo mal que se sentía.

Un batir de alas hizo eco en la sala del búnker exaltando a Dean, quien pensaba que vería aquella vieja gabardina junto al pelo indomable castaño casi negro y aquel par de ojos azul cielo que miraban todo con admiración que no veía desde hace meses. Desgraciadamente no se encontraba ninguna de aquellas cosas claves que Dean jamás pensó que extrañaría ver diariamente en su vida, el picazón volvió más fuerte junto al hundimiento de su corazón dentro de su pecho, fue un idiota. Sam caminó hasta él con una gran sonrisa boba en su rostro, tenía la piel algo bronceada y andaba con ropa playera lo cual demostraba que Dean si tenía razón. Gabriel también andaba en ropa playera y no hizo más que acostarse encima de la mesa que se encontraba en frente de Dean comiendo algún fruto que él desconocía por completo de lo que era o si en realidad era un fruto.

-Empaca tus cosas Dean, que nos iremos a México-habló Sam con entusiasmo descolocando a Dean por completo.

It's my fault, I know I'm selfish

...

Castiel estaba muy bien, su hermano Gabriel y Sam habían sido de gran ayuda en su proceso como humano. Debía admitir que aún le costaba sobrellevar los sentimientos y las emociones, especialmente aquellos que aparecían doliendole de forma profunda y dolorosa en su pecho, era algo parecido a la perdida junto a la decepción. Los sentía de ese modo, después de todo era verdad que no funcionaba mucho en la Tierra y mucho menos en el cielo ahora que ya no era un ángel. Después de la caída de los ángeles la mayoría pudo regresar al cielo para una pronta recuperación con ayuda de Gabriel y el regreso de Dios, finalmente habían decidido dejar sus cosas y esas tontas vacaciones para poner orden en todo el desastre que había. Él en cambio decidió que no debería regresar allá arriba. Sentía que no merecía regresar, había causado demasiado daño al cielo y a sus hermanos como para darle cara a ellos o a su padre. Gabriel le había mencionado que no debería tratarse de ese modo ya que todos tenían culpa del desastre que había en su primer hogar, pero no fue suficiente para Castiel. Sentía vergüenza y decepción de si mismo, su plan era ayudar para facilitarle las cosas a ellos, tal vez a él. Después de todo lo que perdió, una de las cosas que más le dolía y tal vez le molestaba, era lo que había hecho cierto humano a su cargo. Jamás en su vida en la Tierra se había sentido tan rechazado y traicionado como lo sucedido hace meses, menos de él.

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