La fecha esperada llegaron mis gradiosos 15 años, mi gran fiesta, la esperada por todos, menos por mi..
¿Es normal?
Tenía miedo de que algo salga mal, realmente todos esperaban cosas que ni yo podía imaginar, solo pensaba ¿Si algo sale mal?
Lo peor de todo fue cuando me había enterado que el segundo Interschool sería el mismo día de mi fiesta de 15 años, así que solo me puse a pensar ¿si no va mucha gente?. Asi que ese día empezó y terminó como día de locos.
Empecé despertando a las 6 de la mañana, realmente temprano, con el cruce de emociones, fui a la peluquería a hacerme pedicure y manicure, ponerme uñas postizas, no entiendo como cuando salí eran creo las 2 de la tarde y no sabía que hacer, si ir a la casa de mi tía o ir a mi casa y como mi mamá es muy impredesible la llame y me dijo que valla a mi casa a recoger unas cosas y de ahí que valla a terminar las cosas que faltaban en la casa de mi tia.
Toda linda yo obedecí, asi que llegue a casa recogi unas vajillas y me fui a la casa de mi tia que queda a 3 o 4 cuadras de mi casa.
Al llegar a la casa de mi tia recibí todo lo que faltaba y pensaba comer ligero pero realmente cuando quiero comer ligero terminas comiendo lo mas pesado del mundo.
Comi un sabroso Pollo A La Brasa de Pardos … ¡D E L I C I O S O!
Luego acomode las cosas y regresé a mi casa a ayudar a mi mamá la cual me esperaba con el almuerzo y le dije que ya había comido, por suerte, casi como doble y el vestido no me entraría.
De nuevo tuve que regresar donde mi tía porque ahí estaba mi vestido y mis cosas y asi como así en cuestión de minutos se paso todo el día y llego la noche.
Lo peor empieza ahora, cuando llegue solo estaba mi primo, que no se había cambiado y era mi sexy chambelán, me cambie y espere a mi tía, al ver que no llegaba la llame probablemente un millón de veces a ella y a mi tío un millón más pero absolutamente nadie venía a recogerme ni me contestaban y me desespere de la peor manera que una quinceañera puede desesperarse, ni siquiera mi mamá me contestaba.
La paz, el aire y la vida volvió a mi cuando escuche el portón de la cochera elevarse y las llantas de un carro chillando en el piso bien encerado de la casa de mi tía, por eso bajé más rápido que un cohete.
Corrimos todos a terminar de alistarnos y mi tía me obsequió un hermoso collar con una pulsera que combinaban muy bien con mi vestido.
Pusimos las cosas que faltaban al carro y fuimos rumbo al local y me dí con la grata sorpresa que mi lista de amigos no había llegado a manos de la seguridad, y con ello empezaron los problemas.
Espere como 20 minutos en el carro muy preocupada hasta que Dios mio me mando un angel, una amiga, Romina, que le pedí que revise y mande de nuevo la lista pero resulta que la seguridad del local era dentro de la fiesta no fuera así que me puse a llorar. Superando todo eso fui con Romina a una de las habitaciones que mi mamá había contratado para esa noche para terminar de alistar mis cosas para el cambio de vestido y estuve con Romina ahí durante un largo rato hasta que entro el camarógrafo con la fotografa para empezar la salida de la quinceañera con dirección a su fiesta de cumpleaños, su ceremonia, y al cumplimiento de un sueño esperado por todos menos por ella.