volvía a recordar todas y cada una las veces en las que mamá me había dicho que no debía confiar en desconocidos.triste recordar eso mientras un hombre que no sé si amo o odio estaba empeñado en destrozar hasta el último pedazo de mi ser.
y más triste que no fuese de manera literal.
pues por mucho que pensara, no sabía que hacer.
¿qué demonios podía hacer un triste niño desnutrido frente a un adulto con todas las de ganar?