las luces de esa habitación me cegaban y no ayudaban al mareo que tenía por acabar de despertar de lo que pudo haber sido un sueño eterno.john no está en ningún lado, sólo hay una enfermera al pie de mi cama.
se siente bien ver a alguien sonreír de ese modo, me siento protegido y bien luego de tanto tiempo.
"ayúdame, por favor."
fue lo único que logré decir.pero aquella enfermera simplemente negó con su cabeza.
"tranquilo, perdiste mucha sangre pero ya estás bien." dijo en un tono de voz neutral.
"no es eso, el hombre que me trajo..."
"tranquilo, tú padre solo se fue a por un café.
no se separó de ti en todo este tiempo.""el me secuestró, no es mi padre."
"solo estás desvariando por los analgésicos."
y ahí fue cuando supe que mi plan no iba a funcionar tan fácilmente.