sus manos siempre estaban frías cuando se paseaban por mi cuerpo.
sentía mucho asco al principio, pero luego de tantos golpes decidí intentar no pensar directamente en lo que john me estaba haciendo.
eso me hacía recordar las palabras escritas en el libro que tanto me atormentaba "¿esto es el verdadero amor?".
¿había gente que de verdad encontraba romántico ver cómo destrozaban la vida de alguien a manos de un demente?
me sentía como un pobre pájaro al que le habían cortado las alas, como si no bastase encerrarle en una jaula y que constantemente chocase contra los barrotes intentando escapar.
escapar de esa realidad tan dolorosa.
y joder, ya no me salían ni las lágrimas, sólo era un muñeco del que abusar, puesto que solo me quedaban fuerzas para pensar en planes de escape y investigar sobre qué demonios le pasaba a mi verdugo personal.
irónicamente todo acababa a la larga y ahí me tocaba mirar a los ojos de aquel ser repugnante y susurrar con lo que me quedaba de voz "te amo".
todo para ahorrarme un par de golpes.
la muerte era la mejor opción aunque intentase aferrarme a la mínima esperanza de escapar de allí.
