I
Me encuentro allí, en silencio y con cautela. Tratando de escribir tu nombre en la oscuridad de la noche. No quiero que nadie se entere que aun te extraño... Que aun te amo. Pero se que en algún momento amanecerá y será tarde.
II
En noches frías y oscuras como esta, cierro los ojos y mi mente se llena de momentos de todo tipo, estúpidos pero significantes, fugaces aunque hermosos. Tanto temía que pasara esto. Ahora sólo debo de despertar, superar lo inevitable y enamorarme de la realidad.
III
La vi, y me enamoré. Estaba sentada en la banca de su clase, la espíe y suspiré. No devolvió a mirarme, pero se que lo sintió. Dijo un "Te amo" en su mente, silencioso y profundo. Esos que se clavan en el órgano que oxigena la sangre. Esos que le agradan al alma.