❌FRIENDZONE❌

CAPITULO 3

Entonces sus labios chocaron con los míos. Era una sensación super dulce, cogí su nuca y el mi espalda, comenzó a descender sus manos por mis muslos y delicadamente los abrió y se colocó entre ellos. Comienzo a notar como sus dedos se acercan hasta mi botón y lo desabrochan al igual que baja mi bragueta. Esto era demasiado para mi, nunca había hecho nada mas que unos simples líos. Mis dedos se enredan en su cabello mientas que los suyos comienzan a introducirse en mi pantalón, me siento super excitada, pero a la vez con miedo. Coloco mi otra mano en su torso y agarro su camiseta. Él se separa de mi y yo abro los ojos de repente, ni siquiera noté que los había cerrado. Con rapidez se quitó la camiseta y pude admirar su cuerpo perfectamente ejercitado. Cada movimiento de sus brazos hacían que me pusiera más. Volvió a agarrar mis muslos y a colocarlos en su torso, me levantó del alféizar y llevó hacia afuera sin separa sus labios de los míos. Noto como desciende hasta colocarme sobre la arena bajo un árbol. Separa sus labios de los míos y me mira fijo a los ojos, sus ojos brillan por la luz y su sonrisa es mas radiante. Noto que vuelve a introducir la mano en mi pantalón, un pequeño signo de pánico se aferró a mi. Él no separaba sus ojos de los míos y en su cara se reflejó una sonrisa picara y agarré con fuerza su mano y la saqué de mi pantalón. Fue un momento incomodo que intenté arreglar con una sonrisa. Funcionó, él sonrió algo extrañado pero simplemente volvió a besarme.

—Entiendo que no quieras manchar esos pantalones tan bonitos —comenzó a reír.

—No —recobré algo de aire, no había notado haberlo estado reteniendo todo este tiempo.

Logan sonrió y se incorporó, yo permanecía tumbada.

—¿Qué te apetece ahora? —pregunté algo tímida.

—No se.. ¿y a ti? —negué con la cabeza indicando que no sabía —.Si quieres nos vamos ya...

—Como prefieras.

—Yo prefiero quedarme un rato más aquí contigo...

—Bueno... Vale —dije, entonces Logan se echó junto a mi.

Agarró mi cuerpo y se lo echó encima. Yo oculté mi cara en su hombro. Él sonrió y enlazó sus dedos con los míos. Yo cerré los ojos y me quedé dormida.

Noto una suave brisa en mi mejilla y me incorporo. Estaba en la playa tumbada sobre la arena. Rápidamente me levanto y veo a Logan cerca de la orilla. Me acerco a él.

—¿Me puedo sentar? —pregunté esperando a su espalda.

—Si —no se giró.

Fui a su lado y me senté junto a él. Pasó su brazo por mi cintura.

—Eres muy linda durmiendo —solté una carcajada.

—Si, hermosa —tome un tono irónico. Él sonrió.

—¿Es bonito verdad?

—Si —miré al agua y él sol reflejado en ella—. ¿Qué hora es?

—Las 6:30 p.m. —comprobó su reloj—. ¿Te quieres ir ya?

—Tengo cosas que hacer en casa... —recordé que tenía que deshacer aún la maleta.

—Pues vámonos... —se levantó y me tendió su mano para ayudarme. Yo la cogí y me levanté.

Él cogió mi cintura y me beso, sonreí en medio del beso y fuimos cogidos de la mano hacia su moto.

Llegamos a mi casa, hablamos sobre los paisajes durante el camino. Baje de la moto al igual que él.

—Mañana no te olvides de mi —agarró mi cintura.

—Por supuesto que no —sonreí y coloqué mis manos en sus hombros.

—Te quiero.

—Y yo... —me besó.

—¿Quieres que mañana venga a recogerte?

—No lo sé... hablaré con Connor, ¿si?

—Vale, ya me dices, ¿si?

—Si —sonreí y me volvió a besar.

—¡Adiós! —dijo antes de ponerse el casco y montar en su moto—. Hasta mañana... —sonrió, arrancó y se fue.

Me dirigía a la puerta de mi casa con una gran sonrisa. Abrí y en el salón alguien me esperaba preocupado. Connor estaba sentado en el sillón con las manos en la cabeza, cuando escuchó la puerta abrirse pegó un salto y corrió hacia mi, pillándome desprevenida. Me abrazó y se separó sujetándome de los hombros.

—¿Donde te habías metido? Estaba preocupado ¿sabes? Lo he pasado bastante mal. ¿Donde tenías el móvil? Te he dicho que siempre lo tengas a mano. Si te vas me avisas ¿te queda claro?, ¿te ha pasado algo malo? Espero que no. ¿Hay que pegar a alguien? —puse delicadamente mi mano en su boca.

—Cállate y no te comportes como si fueras mi padre —aparté sus manos de mis hombros.

Le di un beso a mi madre y subí las escaleras hacia mi cuarto. Escuche la conversación abajo.

—Ya te dije que estaría bien. Es mi hija y tu te has preocupado más que yo. Ya viste que esta bien ahora sube y habla con ella.

—Como me vuelva a hacer esto. Te quedas sin hija Clarisa —dijo entre risas, pero noté un tono serio.

Se escuchó una carcajada de mi madre. Me encanta el buen rollo que tiene Connor con mi madre.

Entre en mi cuarto y cerré la puerta con pestillo. Miré mis maletas y puse cara de asco. Giré los ojos y me tiré en la cama. Entonces escucho que alguien gira el pomo.

—No cierres la puerta con pestillo... —no respondí—, se que estas ahí. Y tu sabias que yo iba a subir. Así que eso quiere decir que no me quieres ver... —dijo a través de la puerta, yo seguí sin contestar—. Como veo que sigues sin cambiar de opinión me voy —comencé a escuchar pasos alejándose.

Giré mis ojos y me levanté para ir a pararlo. Pero abrí mi puerta y él seguía ahí plantado, con una sonrisa de superioridad y sin haberse movido.

—Muy gracioso —dije seria y cerré la puerta.

Me dirigí a mi cama y Connor abrió la puerta. Corrió para ponerse delante mía pero no calculó bien el espacio y ambos caimos en mi cama, quedando yo encima. Ambos comenzamos a reír, y él giró para quedar sobre mi. Seguimos riendo pero entonces él paro y se me quedó mirando. Colocó mi mechón detrás de mi oreja y dejó su mano en mi mejilla. Yo paré de reír pero seguía con una sonrisa.

—Hoy estas super guapa...

—No eres el primero que me lo dice hoy... —dije con cara listilla y algo pervertida. Pensaba en Logan.

—¡Cuenta!

Le conté con absoluto detalle todo a Connor, había partes en las que estaba super feliz y se reía por mi inocencia. Otras en las que estaba... ¿celoso?, no se. Pero pasamos muy buena tarde, me explicó que no se había ido con Alexa, solo la había acompañado al coche de su madre que estaba fuera del recinto. Que se había comenzado a preocupar cuando no me encontraba y entonces vino hacia mi casa y se tiró todo el rato en el sillón esperándome. También me dijo que ni se me pasara por la cabeza venir con Logan, que ese ratito era nuestro. Me sacó muchas risas y sonrisas y ya comenzó a oscurecer. Me dijo de llevarme a cenar. Acepte y salimos a por su moto.