Camila.
El ambiente estaba rodeado de tensión, luego de dar termino a nuestra relación, me levanté del sofá y me encerré en la habitación. Lloré, lloré en silencio con miedo a que ella pudiera oírme. No quería darle lastima.
Me tapé con el cubre cama hasta la cabeza y abracé mis piernas buscando consuelo en mí misma. No era la primera vez que terminaba una relación pero si era la más importante y dolorosa. Mientras dejaba salir las lágrimas escuchaba como Lauren caminaba por el comedor, la televisión estaba encendida pero aún así podía oír los cubiertos sonar contra la mesa. Ella iba a cenar.
Pensé en llamar a Dinah y contarle todo lo sucedido pero no quería involucrarla más. Tenía que superar esto por mi cuenta.
Me hubiese gustado que las cosas fueran de otra manera, haberlo predecido a tiempo para salvar lo que sentíamos pero sabía que eso era imposible. Nuestro amor no era lo mismo y no era solo su culpa, no podía ser egoísta y decir que ella fue la causante de nuestro quiebre.
Yo tuve mucha culpa también.
Tal vez pude haberle dedicado un día completo para ella, tal vez pude haber dejado de lado mi trabajo, aunque sea solo un momento, para hablar sobre su día. La descuidé, nos descuidamos y las consecuencias venían ahora.
No sé cuanto tiempo estuve llorando, tal vez una hora o dos, pero dejé de hacerlo cuando sentí que la televisión se apagaba. Lauren se vendría acostar. Rápidamente me acomodé dejando el cubre cama solo hasta mis hombros y cerré los ojos.
El sonido de la puerta me obligó a calmar mi respiración. Ella debía pensar que estaba durmiendo. No encendió la luz, ni siquiera estuvo mucho tiempo en la habitación. Sentí como sacaba la almohada que estaba a mi lado y con eso dejaba todo atrás para salir nuevamente dejándome a solas.
Ella dormiría en el sofá.
Con mi cabeza llena de preguntas, y de momentos vividos junto a Lauren, me quedé dormida. No sé cuanto tiempo estuve así pero desperté cuando sentí que alguien se movía levemente, con miedo de despertarme, a mi lado. No lo había conseguido.
Lauren había vuelto a la habitación.
Fingiendo que seguía dormida me removí un poco. Mi piel se estremeció cuando sentí su respiración en mi cuello, tan leve como una caricia y tan potente como un beso. Me sorprendió cuando dejó un beso en mi hombro, casi rozando sus labios contra mi piel para luego rodear mi cintura y apegar su pecho a mi espalda.
—Sé que estás despierta —susurró en mi oído haciendome suspirar— ,y que estabas llorando —agregó apegando su frente a mi cabeza—. No solo era tu novia Camila, también era tu amiga.
—Creí que lo habías olvidado —susurré sintiendo mi corazón agitado pero a la vez en paz. Por más que no quería admitirlo, necesitaba un abrazo de ella.
—Descansa —dejó un beso en mi cabello.
Ninguna dijo nada, no había nada que decir de todas formas. Me permití disfrutar de ese momento, de su corazón latir contra mi piel, de su calor tan familiar. Sentía que no la amaba como antes pero en ese momento sentí esperanzas de volver a enamorarme de ella. Tal vez estar alejadas nos serviría o tal vez no pero sea lo que quiera el destino, lo aceptaré y seguiré adelante.
La mañana llegó demasiado rápido para mí y apenas abrí los ojos me di cuenta de que estaba sola en la habitación. Lauren no estaba conmigo. Por un momento pensé en que lo ocurrido anoche había sido solo un sueño y que realmente había dormido sola.
Pero el olor de su perfume en mi almohada me hacía saber que si había sucedido.
Me sentía extraña, no me sentía triste ni feliz, solo me sentía y ya. Desayuné sin ganas y me entristecí al ver a Lena. Hasta ella parecía triste esa mañana.
—¿Extrañas a Mamá? —le sonreí como pude.
Ni siquiera movía la cola, simplemente se había quedado parada frente a la puerta de la entrada mirándome. Esperaba que en su mente no me culpara. No solo había sido culpa mía.
—Mamá ya volverá —susurré bebiendo de mi taza de café.
Esa tarde volví antes del trabajo, las clases habían sido rápidas, y cuando llegue a casa lo primero que vi fueron dos maletas a un lado del sofá. Cerré la puerta y miré hacia la habitación esperando a que me enfrentara y me dijera a la cara lo que tenía pensado hacer.
—Hola —susurró desde el marco de la puerta de nuestro cuarto— .Solo estoy sacando mis cosas y me voy.
—¿Dónde te irás? —pregunté sintiendo mi garganta apretada. Este era nuestro hogar.
—A casa de mis padres —se acercó a sus maletas con un bolso colgando del hombro—, luego veré donde arrendar.
—No es necesario que te vayas —me acerqué a ella a paso lento. Podía ver en su mirada que a ella también le dolía tanto como a mí toda esta situación.
—No es sano para ambas que sigamos viviendo juntas.
—Esta situación tampoco es sana, Lauren.
—Se supone que deberías seguir en el trabajo —tomó sus maletas, lista para marcharse—, por eso vine ha esta hora, quería evitar toda esta situación.
—¿Te ibas a ir sin decirme nada? —la miré con el ceño fruncido.
—Creo que hubiese sido menos difícil —suspiró.
—Hubiese sido peor —respondí cortante.
—No me mires así —negó.
—¿Así cómo?.
—Como si yo fuese la culpable de todo esto —soltó las maletas y se pasó las manos por el rostro con frustración—. No fue solo mi culpa.
—Lo sé —asentí cruzándome de brazos—, no te estoy culpando de nada.
—No hagamos esto más difícil, Camila —susurró con sus ojos tristes— ¿Quería saber si quieres quedarte con Lena o prefieres que me la lleve?.
—Quiero quedármela —respondí sin dudar. Lena era mi única compañía en esos momentos.
—Está bien —respondió un poco decepcionada—. Vendré de vez en cuando a visitarla.
A ella, no a mí, lo había dejado más que claro.
—Puedes hacerlo —asentí. El silencio que se había vuelto tan común entre nosotras, nos rodeó volviendo todo más incómodo y doloroso de lo que ya era—. Cuídate —susurré haciéndome a un lado para que pudiera pasar con las maletas. La estaba dejando marcharse.
—Tú también, Camila.
¿Se había acabado?, ¿La volvería a ver?. No tenía miedo pero tampoco me sentía tranquila sabiendo que se iría de mi vida, tal vez por un par de meses o para siempre. No quería pensar en eso. Quería abrazarla, quería pedirle que lo intentáramos porque yo estaba dispuesta a poner de mi parte para que las cosas volviesen a funcionar pero cuando dejó las llaves del departamento colgadas detrás de la puerta, en el sitio en que siempre las dejaba, supe que esto sería mucho más difícil que solo intentarlo.
Lena comenzó a llorar cuando la puerta se cerró, dejándonos a ambas solas y tristes. Lauren no quería irse, lo vi en su mirada pero también supe que era lo que debía hacer. Ella tenía razón, no podíamos seguir viviendo juntas después de todo lo que hemos pasado. Terminaríamos odiándonos.
Y yo no la odio, y estaba segura de que ella tampoco.
Tal vez eso era una esperanza. Tal vez pudiéramos arreglar las cosas o al menos lograr ser amigas, o incluso tal vez no volver a vernos nunca más. Sea lo que tenga preparado el tiempo para ambas, lo aceptaré.
O eso esperaba.
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Espero que les haya gustado, gracias por leer.
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"Perdón" CAMREN G!P (Segunda parte de "señorita camila").
Fanfiction-¿Aquí termina todo?-susurró. -Creo que sí. -¿Eso quieres Lauren? -No, pero es lo mejor. -¿Para quién? -Para mí. Original de Alexia_5H.