MI AMIGA LA MUÑECA

437 22 9
                                    

Todo estaba bien, yo era feliz. Tenía una hermosa familia, una madre, un padre, todo lo que una persona desearía tener. Hasta que una mañana ya no sentía que estaba viva, no podía moverme, no podía hablar, lo único que podía hacer  era llorar con unos ojos que no eran míos, con un corazón roto debajo de mis pies y todo comenzó por un amor prohibido.

Una tarde de primavera mis padres me estaban esperando afuera de mi escuela, para llevarme a comer a un nuevo restaurante que inauguraron cerca del parque de las rosas púrpuras, se llamaba "la dulzura de un pétalo de rosa". No nada más íbamos a comer, sino también a conversar, ya que en una semana iba  a cumplir 12 años de edad y querían saber que quería de regalo. Se me hizo raro de que me preguntaran eso, porque hace un mes les había platicado de un nuevo par de zapatillas color morado que había sacado la línea "bumbury girl" para estos días de primavera-verano, así que podía ser una opción como regalo de cumpleaños. Pero bueno no les pedí eso, mejor les dije que me regalaran lo que ellos quisieran darme, pero que me sorprendiera y que me gustara, que me hiciera decir "sorpresa".

La semana paso tan rápido que llego el día de mi cumpleaños y el tiempo se hizo tan corto que ya no pude invitar a más personas, solo invite a mi mejor amiga Sophie, mi fiel compañera. También a mis familiares, era más una reunión familiar que una fiesta, pero no podía quejarme.

Todos nos estábamos divirtiendo, mi papá había rentado un brin colín. Yo, seguía siendo una niña y aún me faltaba crecer, así que seguía jugando con esas cosas. No me importaba yo jugaba hasta cansarme y así me sentía bien. Llego la hora del pastel y de los regalos y estaba súper emocionada, ya no podía esperar. Partí mi pastel y le di un pedazo a cada uno. Mis padres estaban sonriendo y también me estaban felicitando por todo y me dieron mi regalo de cumpleaños. Poco a poco lo fui abriendo y todos estaban de chismosos. Mis manos me temblaban y cuando acabe de abrirlo me sorprendí demasiado.

Creo que mis padres tomaron muy  en serio lo que les dije y lograron que me brillaran los ojos. 

Me regalaron una muñeca de porcelana de ojos verdes rodeados de un  brillo color gris cristal, con un hermoso cabello negro y un bello vestido azul agua. Era hermosa, yo la verdad no era de muñecas, mucho menos de porcelana, me daban miedo, pero creo que esta era una excepción. Me quede paralizada por su belleza.

Desde ese día, después de la escuela, me iba corriendo a mi casa, me encerraba en mi cuarto y jugaba con mi muñeca, le cepillaba su cabello y le platicaba mis cosas como si fuera un diario.

Pasaron los días y eso era lo único que hacía y con el tiempo fui perdiendo a mis amigas, empecé a dejar de comer, nada más para estar con ella. Ya no hablaba con mis padres, les faltaba al respeto y comenzaba a cambiar de actitud. Era muy raro, maravilloso, pero raro.

Me enamore de mi muñeca, la amaba tanto que dolía, porque no era una persona, no estaba viva. Fue tanta la tristeza que me volví loca, no la dejaba. La amaba. Mis padres estaban muy preocupados y esa preocupación los asustaba, así que decidieron meterme a un hospital psiquiátrico ya que era lo mejor para todos. Tenían  razón y me arrepiento. Estuve encerrada por más de 6 meses, los psiquiatras tenían que darme medicamento para que me quedara dormida y tenía todo el día y toda la noche extrema vigilancia. Estaba volviéndome más loca de lo que ya estaba. Me separaron de mi muñeca, de mi único amor. Llegue a una locura extrema que me pusieron vendas en todo mi cuerpo y agujas en mi cabeza para mantenerme inmóvil. Logre escapar una vez, lo hice sin pensar, lo hice bajando mi ritmo cardiaco hasta que mi corazón dejo de latir y así pude salir, fingiendo estar muerta, pero me atraparon y quede peor de lo que estaba.

Estaba desesperada, loca de amor, que lloraba todos los días. No era distinto en mi casa. Mi madre estuvo en un estado de depresión, bebía una botella por día, pero no la calmaba y mi padre  no dormía, no comía y quedo en shock.

Mi cuarto estaba cerrado con candado y mi muñeca estaba adentro. Tanto la amaba, que podría decirse que ella también me amaba y así fue. El amor que le di, la hizo sentir, la hizo vivir. MI cuarto se abrió y salió mi muñeca, por donde pisaba sucedía algo trágico. Mi mamá la vio y le dio un ataque y quedo inconsciente, mi padre no estaba.

La muñeca llego hasta el hospital y todos los que la veían sufrían el mismo destino o morían al instante. Camino por todos los pasillos y se fueron apagando las luces, hasta que encontró mi habitación. Yo sentía que estaba ahí, lo sentía de verdad. Se abrió la puerta y mi muñeca callo frente a mis ojos, mis vendas se rompieron y las agujas desaparecieron, con un dolor en mi corazón la agarre de la mano, abrió sus ojos y me fui con ella.

Me llevo a mi casa, entramos a mi habitación y me da un beso en los labios, provocando que me desmaye.

Cuando desperté estaba sentada en un aparador con un montón de muñecas de porcelana. Y así me di cuenta de la verdad por fin abro mis ojos y veo lo que me paso, a lado estaba mi muñeca de porcelana.

Por amar tanto a una muñeca, me convertí en una.

Ahora estoy esperando a una niña o a un niño que quiera a una amiga muñeca.

MI AMIGA LA MUÑECADonde viven las historias. Descúbrelo ahora