Teníamos trece años cuando nos conocimos, y ahora, yo con diecisiete, realmente entiendo que con él no dí mi primer beso, por más que quise, por más que "lo hice", por más que soñé, por más que lo intenté.
"Porque el primer beso es el que crea un nuevo universo, el que se siente de verdad. Y nadie lo tiene, porque no sentí chispas cuando te besé, no sé por qué, pero no sentí nada."
Fue como besar una mano. No fue como lo esperaba, ¿saben? No fue mágico, no había nada de magia en eso. Después de pegar mis labios a los suyos, sólo pensé "¿y eso era todo?". Y él me besó varias veces más a ojos cerrados, yo a ojos abiertos la mayor parte del tiempo, porque no sentía nada, no logré sentir una emoción que calentara mi corazón. Lo quise intentar cuando me preguntó "¿Y con lengua?", y de ahí hasta le preguntaba si lo estaba haciendo bien, porque se sentía asqueroso y hasta me reía en exceso después de cada beso de lo mal que se sentía. Esperaba que con tantas preguntas y risas exageradas entendiera que ya no quería besos con lengua, era incómodo. Hasta daba pena no poder besarnos bien. No sé, lo quería lejos cuando metía la lengua.
Así que si alguien me pregunta: No, no he dado mi primer beso. No de verdad al menos, no de corazón. Y ahora entiendo el sentimiento de cuando él decía ser virgen todavía, a pesar de haberlo hecho, porque no amaba a esas chicas. Y es triste que aún así se entregue sabiendo todo eso. Me recuerda a Eithan del libro "va con b, vurro." Porque ese niño se perdió intentando encontrarse en otras personas.
Pero él es, y siempre será, el primer chico al que abracé; porque no pude sentir magia ni amor verdadero cuando nuestros labios se tocaron, ni mucho menos cuando nuestras lenguas se encontraron de manera asquerosa, pero siempre lo sentí en cada abrazo que le daba, sin importar el tiempo, sin importar el momento; me hacía sentir luz dorada, un dulce calor indescriptible en el pecho y unas ganas de quedarme ahí para siempre, porque todo lo malo desaparecía por unos segundos.
Y caigo en cuenta de que yo nunca lo amé del todo y él tampoco lo hizo conmigo, porque el amor no es cobarde, y ambos fuimos cobardes en el momento. Por último nos hubiéramos dicho lo que sentíamos. Ahí. Entonces nunca nos amamos, nosotros nos gustábamos, nos queríamos mucho, porque nos hacíamos sentir especiales de alguna manera. En mi caso, yo siempre buscaba eso, necesitaba sentirme especial al ser escuchada en tiempos tristes, difíciles; y el tiempo y la cobardía convirtió ese gustar tan especial en obsesión. Obsesión por lo que nunca pudo ser. Y esa obsesión terminó con la amistad, la destruyó, de la manera más horrible, porque el amor también es respeto, y él no me respetó; y a pesar de que de todas formas nos íbamos a terminar haciendo daño, e iba a acabar todo, eso no se hace. Nadie merece eso por no sentir lo mismo que tú. Nadie merece ser obligado a hacer algo que no quiere.
Y no, los dichos no son "falacias". Porque yo tenía razón al decir: el que quiere, puede. Porque si él hubiera querido ser mi amigo en el presente, me hubiera respetado, se hubiera tomado el tiempo de salir conmigo sin la necesidad de intentar conseguir eso. Por último tener compasión, reconocer y decirlo "no quiero ser tu amigo, entiende." Pero nunca lo dijo así, entonces me daba a entender que también podía ser.
Y es que TODO era complicado, era platónico. Era hasta aburrido, cansador. Ridículo. Porque nunca iba a poder ser, siempre íbamos a estar esperando lo que el otro no podía dar, porque no queríamos darlo.
"Te quiero mucho" le decía, pero "si te dice 'te quiero' que te diga para qué". Queríamos cosas muy diferentes, y cuando dos personas se aman deben ir en la misma dirección, de lo contrario no funciona, no es real.
Era un círculo vicioso. Yo hablaba y él escuchaba, y lo que no podíamos dejar era el "siempre". Un día me dijo "nunca te has dignado a escucharme", pero él nunca se dignó a buscarme de verdad. Jamás me pidió perdón por eso sabiendo lo mucho que me dolía, porque incluso se lo dije. Y un "disculpa" no es lo mismo que pedir perdón. Eso no arregla nada por más que me lo eche al bolsillo, lo acepte, y te perdone tratando de entenderte, porque debes hacer algo al respecto si es que te importa. Porque yo siempre iba y volvía para demostrar lo mucho que lo apreciaba, y hacerle sentir eso, que no quería tirar las cosas a la basura así como así, y él siempre seguía allí, como si nada hubiera pasado, como si no le doliera cada vez que me iba, ni siquiera lo demostraba diciendo un "te extrañé", pero ahí estaba para ayudar cuando yo más lo necesitaba, porque él nunca me buscaba, pero seguía dejando la puerta abierta hasta atrás.
Y por favor, yo esta vez realmente me esforcé. Hasta le hacía preguntas sobre cómo se sentía, hasta saber el por qué de su tristeza. Y estaba muy preocupada por las cosas que me contaba, y hasta lo invité a salir, porque no quería que se sintiera así. Quería ser un aporte en su vida. Pero muy distinto es que yo no quisiera seguirle el juego y me aburriera de él, decidiendo concretar algo, a ver qué sucedía y ver si seguíamos siendo amigos después de eso, porque últimamente sólo se motivaba cuando hablábamos de sexo o hacíamos debates sobre de si existe el amor o no. O cuando le contaba un problema y así, pero él no sacaba más temas ni dirigía la conversación hacia algo más divertido.
Entonces, ¿qué te da a entender eso?
Que él era una opción.
No me podía tomar enserio su querer, no más allá, por mucho que yo lo quisiera, por más confianza que le tuviera, no me pude permitir sentir amor verdadero más allá de un abrazo, por más que lo intenté y quise creerlo, porque sentía que no le importaba lo suficiente, porque en algún punto dejó de demostrarlo. Aunque sentía que aún me quería cuando se daba el tiempo de escuchar, tratar de entender, darme algún consejo, y me miraba de una manera que me hacía sentir... especial, diferente, de alguna manera, no sé. Pero era una decepción constante aún así. Siempre. Y yo no soy una opción, jamás lo seré, y tener una relación con él, tomarlo enserio, amarlo, implicaba eso. No le podía quitar el cartel de [Mejor amigo, chico fácil que me genera inseguridad, es complicado pero me ayuda cuando más lo necesito.]
A ver, ¿cómo era? Ah:
"Te amo, pero como amigo."
Entonces estaba equivocada al decir que rompió mi corazón, porque ni eso se merece, porque en realidad nunca lo tuvo por completo en ese sentido. La persona que lo haga será alguien que valga la pena.
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15 de Junio
RandomLo escribo, porque escribir siempre me ha ayudado a encontrar soluciones. Y la encontré. No me quedé callada, por amor y respeto a mí misma. Dije la verdad.