ꪑꪖᦔꪹꫀ ꪖᦔꪮꪶꫀకᨶꫀ᭢ᡶꫀ [ᵐʸᵍ]

C̶a̶p̶ít̶u̶l̶o̶: 12

【ＡＣＴＵＡＬＩＤＡＤ】

ᵉⁿ _____.

🄽🄰🅁🅁🄰🄳🄾🅁 🄾🄼🄽🄸🅂🄲🄸🄴🄽🅃🄴

El sonido estruendoso de la puerta lo despertó sobre saltado.

Sus ojos viajaron rápidamente hacia aquél pedazo de madera, otro golpe, todo su cuerpo está cubierto de sudor causa de la pesadilla que antes tuvo y ahora también en su puerta.

Con sigilo se pone de pie, sabe que debe de huir.

—¡Víctor abre la puerta! —ordena la voz grave del otro lado.

Se tensa, sin creerlo que escuchó.

—¿Mateo? —cuestiona algo sorprendido.

"No, claro que no es Mateo. Es imposible que sepa dónde me escondo".

—Por supuesto que soy Mateo, abre ya —vuelve a exigirle.

Un sentimiento reconfortante y cálido lo invade, haciendo que sonriera como loco y casi abriera la puerta.

"No, no. Mateo no debe saber de mi".

Con la mano en la perilla, su sonrisa y rayo de felicidad se desvanece.

—Debes salir de aquí Víctor, por favor, ábreme la puerta.

—Vete de aquí, no quiero que los demás se percaten de tú presencia —ordena a su mayor.

—Mierda, que no me iré. Sino abres ahora, lo harás en algún otro momento y aquí estaré. Esperándote —decreta.

Y para empeorar la situación, el sonido de las patrullas que ya está acostumbrado escuchar, y aun si lo ponen nervioso provocando que abra la puerta, y meta a su hermano mayor dentro.

—¿Que no piensas en Fátima?. Te advertí, olvídate de mí —resopla enojado. —Por una vez en la vida, hazlo que te pido.

Incluso si quisiera responderles, Víctor sigue impidiéndo con su mano sobre la boca ajena.

—Ahora regresa a casa, olvida que me viste —aparta su mano de la cara del otro.

—Pfj, no lo hare. Atraparon a esos criminales. Debes irte ahora —informa apartado se del pelirrojo, le extiende un pesado de papel largo.

—¿Que?...Tu, ¿Tu los haz delatado? —le interroga. —Respóndeme, tuviste algo que ver con esa captura, Mateo —eleva la voz.

—¿Y que si lo hice?. Soy tú hermano mayor, eres mi responsabilidad —un resoplido es liberado por Víctor que se encamina al viejo armario.

Mateo trata de mantenerse neutral, mira su reloj que lleva en su muñeca.

"Solo nos quedan unos minutos".

—Date prisa, el vuelo saldrá en menos de treinta minutos —insiste escondiendo su reloj bajo la manga de su suéter gris.

—No se que te hace creer que haré lo que pides  —le lanza una mochila, que a las justas logra atrapar. —Debería ser su único objetivo bastardos, pero ahora los haz delatado con la información que te proporcioné. Eso quiere decir, que la organización... —pausa tratando de no echarse a llorar. —Solo debiste hacerte de la vista gorda, Fátima aún necesita uno de nosotros vivo. Con ella.