Capitulo 02

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*En la base de Zim*

Zim se encontraba en su laboratorio. Era cierto que no tenía un plan, pero de vez en cuando trabajaba en distintos aparatos cuando estaba aburrido.

Arriba en la casa se escuchaban las risas de niños junto con la de GIR. No había pensado que los dejaría libres de su cápsula, pero la Computadora le había advertido que uno de los niños había enfermado, y los otros iban por el mismo camino al estar levemente desnutridos. Él les suplia de nutrientes en líquidos, pero al parecer no había sido suficiente. 

No podía dejarlos solos mientras encontraba algún alimento humano que fuera seguro para ellos. Por lo tanto se los tuvo que llevar. Encontrarse con el humano cabezón no había sido previsto, pero debía admitir que no le sorprendió. 

Por suerte el estúpido no le hizo preguntas sobre los niños, no hubiera sabido cómo responderle. Aún no tenía claro el porqué se preocupó tanto cuando la Computadora le advirtió sobre sus pésimas condiciones de salud.

Podía engañarse a sí mismo y decir que la preocupación surgía del hecho que si el padre de los niños se enteraba que estaban enfermos, podría intentar cobrar venganza y enviarle aparatos defectuosos. Sí, esa era una muy buena razón. El hecho que el Prisionero 777 fue alguna vez su compañero de trabajo y su amigo no tenía nada que ver. 

"Señor, el chico cabezón se encuentra con una mochila frente a la puerta. ¿Quiere que active los gnomos?" 

Zim no se sorprendió de que Dib apareciera, después de todo, siempre lo hacía. Lo que sí le daba curiosidad es que el chico simplemente estaba parado frente a su puerta cuando usualmente era sorprendido intentado escabullirse por una entrada previamente desconocida. La mochila era una adición nueva también.

"No, Computadora. Me encargaré de él yo mismo."

Zim procedió a subir por el elevador secreto hasta la casa. No se molestó a ponerse su disfraz, ya Dib conocía su naturaleza Irken. Los niños y GIR, por algún milagro no había hecho un desastre en la sala. Estaban ocupados comiendo de la avena que había robado más temprano en el día bajo el ojo vigilante de Minimoose. 

Se preguntó por unos segundos dónde había estado el pequeño alce, pero pronto le restó importancia. 

Abrió la puerta a un Dib nervioso y ligeramente avergonzado.

"Ah, hola, Zim. Lindo día, ¿no?" 

Zim levantó una ceja inexistente, claramente no estaba impresionado.

"¿Qué haces aquí, mono apestoso?" 

"Ah, bueno, verás……" 

*Previamente en la casa de Dib* 

Dib se encontraba en su habitación, revisando todos sus aparatos de defensa, algunos robados de Zim y modificados, cuando su hermana decide causarle un ataque al corazón abriendo su puerta de un golpe. 

"¡DIB! ¡ESCUCHAME AHORA, PORQUE NO LO REPETIRÉ!" 

Luego de haberse calmado lo suficiente como para poder prestar atención, asintió su cabeza, temeroso de hacerla enojar aún más. 

"Un grupo de compañeros de juego vendrán a un torneo. Va a durar tres días, ya papá me dió permiso. Sé que dirás qué no serás una molestia, pero yo te conozco. Aún cuando te pido paz y tranquilidad, insistes en platicar sobre tu estúpida rivalidad con Zim. No quiero que arruines ésta reunión." 

Dib asintió nuevamente, un poco confundido.

"Quiero que te quedes en otro lugar. En un hotel, en una banca en el parque, no me importa, pero no te quiero en ésta casa." 

Niñera ImprovisadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora