Silence [Karmagisa]

05

"Puede que no sea el momento correcto,

Puede que yo no sea la persona correcta,

Pero hay algo entre nosotros que quiero decir,

Pero hay algo entre nosotros de todas maneras".

-"Something About Us". Daft Punk.

¿Como había terminado llevando un gato callejero hasta su departamento?

Fácil, al parecer no podía resistirse a los encantos de ese precioso niño de ojos azules.

¿Ahora como se lo diría a sus padres? Aunque, si lo pensaba bien, era casi imposible que ello se dieran cuenta de la presencia del animal, en especial considerando que pasaban más tiempo en el aeropuerto que en su propia casa.

Suspiró abatido poniendo al peludo felino en el suelo. Ahora debía enviar un mensaje para notificarle a sus padres de su actual "falta de recursos", porque estaba claro que Karma no pensaba dejar al pobre animalito sin comida o sin un arenero, ¡y que decir de no darle juguetes con que entretenerse! Además, tenía que pagar una consulta con el veterinario, y comprar provisiones para su propia despensa.

Se dejó caer en el cómodo sofá de estilo minimalista con un suspiro abatido, tan solo pensar en todo lo que tenía que hacer le agobiaba.

De la nada sintió un pequeño jaloncito en su sudadera por lo que dirigió su mirada color cobre a ese lugar encontrándose con unos bonitos ojos azules.

— Meow.

Karma sonrió con gracia pues el gato se había comenzado a frotar en brazo mientras maullaba y ronroneaba a gusto.

Guiado por la curiosidad colocó una mano sobre la cabeza del felino, quien si bien se alertó no se movió ni lo atacó.

— Quizá el traerte aquí no fue mala idea — murmuró con una sonrisa. — Eres bastante bonito.

El gato maulló en respuesta, ganándose otra sonrisa por parte de Akabane.

— Vamos a la cocina, pequeña pelusa, debemos buscarte algo que comer.

Dicho esto, se levantó de su lugar y fue seguido por el gato en todo momento.

Tras haber cumplido con servirle algo de comida se sentó en una silla de la barra viéndole comer con voracidad.

Tomó su teléfono para poder realizar una llamada a su madre quien no tardó en responder.

— ¿Qué pasa, Karma?

— Hola madre, verás, he adoptado un gato de la calle así que necesito comprarle cosas, además de que ya no hay comida en la alacena y es necesario dinero para todo eso.