Capítulo 2: Nada Es Más Difícil Que Volver

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Mar llevaba días intentando hablar con Seth. Echaba de menos a su mejor amigo. El verano había sido tranquilo luego de la guerra. Ella y Alice había disfrutado de tiempo madre e hija.

Se encontraba en su habitación mirando viejas fotos, río con su foto con Astoria Y Daphne. Las echaba de menos. Daphne luego de la guerra había plantado cara a sus padres por fin y les había dicho de su relación con Fred Weasley. Les había sido difícil pero se alegraba por ella.

Astoria se casaba mañana, no sabía quién estaba más emocionada si la madre de Astoria o la propia Astoria.

Entonces llegó a un sobre. La carta de Alec... Luego de salir de San Mungo no se había acordado de leerla, aunque este era un buen momento ¿no?

Rasgo el sobre y sacó cuidadosamente las hojas. Comenzó a leer.

Querida Mar, aún no sé cómo escribir esta carta. Sé que odias mi letra pero no tenía alma, si es que aún me queda, de decírtelo o tan siquiera verte luego de lo que hice.

Morderte fue decisión de último momento, tu nunca quisiste ser vampira y se que tu parte loba quedará extinguida cuando despiertes. Aún así lo siento pero no podía dejar que ellos te perdieran, yo no podía perderte.

Me iré con la guardia y no volverás a verme. El rubio la ha cagado millonésimas veces pero te ama y Seth, está imprimado en ti. Entenderás por qué muy pronto. Ama, vive y lucha.

Nunca amaré a nadie más que a ti. La soledad siempre fue muy muy familiar para mí.

Tuyo, Alec.

Mar releyo la carta como mil veces. Alec la había mordido no Alice. Ahora entendía que el amor de Alec iba más allá de lo que él sintiera. La amaba profundamente.

El tenía razón debía enfrentarse a sus problemas. Ahora era vampira y tenía una eternidad por delante y la firme decisión de recuperar a Seth.

La hija de Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora