Un Verano es Suficiente ( Apocalipsis #1.5)

Prólogo

En mi familia, la llegada del verano significaba dos cosas: el final de las clases y nuestras vacaciones en la playa junto con mi primo Ben y sus padres, y también ahora la pequeña Sissy.

Las dos familias nos juntábamos en la casa de la playa- antigua propiedad de mi abuelo que murió antes de que yo naciera- y pasábamos todo el verano, excepto a veces mis padres, que se marchaban dejándonos a Dylan y a mí con los tíos. Nuestros padres eran unos famosos abogados en nuestra ciudad y muchos veranos se ausentaron de pasar las vacaciones todos juntos, alegando que tenían demasiados casos como para pasar un mes tumbados en la playa.

Por tanto, nuestros tíos se hacían cargo de nosotros durante más de un mes.  Durante el verano se dedicaba a divertirse con nuestro primo, Ben, y con el que era el mejor amigo de ambos, Jerome Williams. Marie a veces también venía con él, e intentamos llevarnos bien, pero incluso teniendo solo quince años, sé que esa chica no es buena. Ella es un poco más mayor que yo, al igual que su hermano, porque, vaya coincidencia, también eran mellizos. Sin embargo, estaba segura que ni con dos años más me llevaría bien con Marie.

Por lo que mis veranos no eran del todo divertidos. La mayor parte del tiempo lo pasaba con mi madre y con mi tía, hasta que se unió Sissy a nuestro divertidísimo verano.

Sin embargo, este año todo ha cambiado.

Y no era Dylan el que había cambiado. Ni tampoco Ben. Ellos seguían igual de estúpidos, aunque era mis estúpidos, sino Jerome había cambiado. Me lo demostró desde el primer momento que apareció por la puerta de nuestra casa, solo cinco minutos más tarde de haber llegado nosotros. Aunque a mí ya me había dado tiempo a cambiarme a uno de mis tantos bikinis y sentarme en el sofá para comer algo antes de salir a tomar el Sol.

Un par de golpes se escuchan en la puerta, seguidos de un altísimo chico entrando por la puerta. No se me hace difícil decir que era Jerome. Simplemente... ¡Vaya! Había crecido bastante. Él también parece impactado al verme, aunque yo no me había convertido en una jugadora de baloncesto en el último año.

-Eleanor-dijo, saliendo del trance en el que había entrado.

Se acercó hasta el sofá, y sin para nada esperarlo, me abrazó.

-Jerome-dije riendo, volviendo a ponerme cómoda. Aunque, de la manera en la que me estaba mirando, me hacía sentir demasiado desnuda.-¿Buscas a los chicos?

Su mirada estaba en mis piernas antes de volver a mis ojos y asentir.

-Mi hermana y yo íbamos a coger el barco de nuestros padres. Vi que vuestros coches ya estaban aquí y vine a invitaros.

¿Invitaros?

Parece que Jérome todavía se equivoca un poco con el idioma. Hablaba perfectamente inglés, pero definitivamente se había equivocado esta vez.

-¿Invitarnos?

Asintió y se encogió de hombros.

-¿No te apetece venir?

No es que me entusiasme mucho la idea del barco, prefiero seguir con mi plan. Aunque realmente me emociona que por una vez me haya incluido en sus planes. Simplemente, prefiero broncearme y alejarme de cualquier plan que incluya a Marie.

-¿Otro día?-Digo sonriendo, intentando rechazar su oferta amablemente, esperando que se vuelva a repetir en otro momento durante este verano.

-Otro día-repite.

Ben y Dylan aparecen justo bajando por las escaleras y captan la atención de Jerome. Se abrazan, se saludan y esas cosas que hacen los chicos después de un verano sin verse. Jerome les comenta acerca del barco y enseguida acepta. Avisan a nuestros padres que se marchan y salen por la puerta sin mirar atrás. Sin importarles en absoluto lo que yo opine de quedarme aquí sola.

Excepto Jerome, que se da la vuelta y vuelve a preguntar.

-¿Estás segura que no vienes? También podrás broncearte allí. Estoy segura que eso es a lo que se dedicará Marie durante todo el día.

Cojo mi libro y voy a la puerta hasta donde está él. Salgo al porche para sentarme en una butaca y veo que me sigue, con mis impacientes hermano y primo mirando.

-No te engañes. Marie intentará tirarse al cuello de un Parish, preferiblemente de Ben-contesto, quizá demasiado directa, teniendo en cuenta que es su hermana, aunque no parecen ofenderle demasiado mis palabras.

Se ríe porque sabe que es cierto. Marie siempre ha intentado tener algo con alguien de mi familia, aunque sean más pequeños que ella, tiene algo como una obsesión.

-Entonces, me tienes que prometer que otro día vendrás en barco conmigo-me pide, haciendo una especie de puchero.

Conmigo, no con nosotros.

-¿A qué viene tanta insistencia?-Pregunto realmente confundida.

Jérome no suele hablarme. Casi que nunca. Normalmente consigo que me dirija cinco frases durante el verano. Está rompiendo records el primer día del verano.

-Simplemente promételo-dice, ignorando mi pregunta.

Suspiro y tomo mis gafas de sol.

-Está bien.

-Dilo-insiste.

-Prometo que iré otro día en barco...

-Conmigo-completa la frase.

Me río y empiezo a leer mi libro. Bajo un poco el libro para descubrir que ya se está marchando con los chicos, pero antes de ir muy lejos, echa la mirada atrás y sonríe.

Inconscientemente sonrío.

Maldita idiota...

¡Aquí estoy de nuevo! Sé que muchas esperabais la segunda parte de Ni un Apocalipsis nos Separará, pero necesito tiempo para repasar la primera parte y leer el segundo libro. De momento, como os prometí hace mucho tiempo, os traigo la historia de Eleanor y Jerome. Va a ser breve, no sé exactamente cuántos capítulos, pero no se extenderá mucho, simplemente es un aperitivo mientras preparo el plato principal. 

Como podéis ver, no tengo portada, si alguna de vosotras se os da bien la edición de imágenes y tenéis un rato libre, no dudéis en hablarme por privado. 

Y, por último, recordaros que estoy subiendo una historia nueva que no tiene nada que ver con la Quinta Ola, que se llama Ahogado en Ti y os invito a leerla. 

Estaré actualizando una vez a la semana porque en la otra historia intento subir dos capítulos a la semana y es demasiado subir 4 capítulos a la semana. 

Así que, nos vemos la semana que viene, HASTA PRONTOOOOOO.