《2》

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Diego estaba furioso.

Hace unos días les comentó a sus padres que quería estudiar comunicación, por obvias razones su padre se molestó pero había aceptado al final de cuentas.
El problema ahora era que su padre tenía todos sus papeles, por una estúpida idea de que su madre era muy distraída y podía perderlos si se los dejaba, se negaba a dárselos para poder inscribirse lo antes posible.

Su única opción era ir a su trabajo para intentar convencerlo, si su plan no resultaba tendría que ver la manera de tomarlos por su cuenta, aunque esperaba no llegar a esos extremos.

-Hola Diego -saludó la secretaria de su padre al verlo acercarse.

-Hola, buenas tardes -saludo con una sonrisa- ¿De casualidad mi padre está libre?

-Creo que tenía una junta -dijo mientras revisaba en su computadora- pero esta libre después.

-¿Crees que tarde mucho?

-No tanto, hace como una hora que están ahí  -Diego asintió- puedes esperarlo aquí.

-Gracias.

Ella le sonrió, asegurándose de que se quedara en la sala de espera, suponía que era por órdenes de su padre, por lo que se sentó y se entretuvo un tiempo en su celular.
La secretaria no le quitaba la vista de encima por ningún momento, por lo que espero el momento indicado para poder escaparsele, siendo este cuando recibió una llamada que le estaba llevando más tiempo del necesario y que necesitaba de su atención en otra parte, fue el momento perfecto para entrar por su cuenta y esperarlo teniendo la certeza de que le haría caso.

Camino sin preocupaciones por los pasillos, saludando de vez en cuando a los que pasaban por ahí y conocía hasta llegar a la oficina de juntas, donde se quedó a unos pasos de ahí en espera de que salieran.

Mientras esperaba aprovecho para revisar su app de citas y ver si había algo interesante por ahí.
Al estar viendo su celular no se percató de que el becario de su padre estaba ahí, caminando por el pasillo hasta llegar a donde estaba él.

-El candidato está ocupado ahora mismo -le habló en cuanto estuvo frente a él, Diego alzó la vista, dándose el lujo de verlo a su antojo sin que se diera cuenta- dudo que pueda atenderte, ¿No te lo dijeron en recepción?

-Hola -dijo ignorando sus palabras, guardó su celular al ya no parecerle tan interesante ahora- creo que no nos hemos presentado correctamente. Soy Diego, el gusto es todo tuyo.

Diego extendió su mano frente al otro chico en espera de que aceptara el saludo y se presentaba para poder referirse a él por un nombre, pero eso nunca pasó.

La puerta frente a ellos se abrió, dejando ver a Ubaldo junto a otras personas de las que no tenía ni la más mínima idea de quién eran, su padre al verlo cambio su expresión a una más seria.

-¿Qué haces aquí Diego? -preguntó lo más bajo y calmada posible que podía, esperando no llamar la atención de los demás.

-Bueno la fecha límite para inscribirme es en un par de días y tu no me has dado nada para poder hacerlo -dijo llamando la atención de los que estaban ahí, haciendo sonreír a Diego internamente- ¿Qué no quieres que tu hijo estudie?

Ubaldo al oír unos cuantos murmullos le sonrió a su hijo, dándole un par de palmadas en el brazo antes de acercarlo a él y abrazarlo.

-Claro que no hijo, que ideas tan locas tienes -le dio unas cuantas palmadas más antes de seguir hablando- en cuanto termine esto lo veremos, esperame en mi oficina.

Ubaldo le soltó y le dio una última mirada antes de seguir su plática, Diego celebró por fin con una sonrisa en su rostro, sabiendo que su padre no podía librarse de eso.
Al no tener nada que hacer ahí debía de ir a la oficina de su padre, por lo que comenzó a caminar.

-Mateo -Diego se detuvo, volteandose- fue un gusto, Diego.

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Holi

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2019 ⏰

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Oh My My Matti! || Matiego (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora