Capítulo 2.

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Lunes 5:50 pm.
Era una tarde un poco calurosa, iba de camino a verla a ella.
Me pare a esperar el bus para llegar a un más rápido.
Minutos antes de llegar a el parque, compre una paleta de hielo para refrescarme un poco.
Llegué al parque y espere sentado en una banca 5 minutos a qué ella llegara.
Se hicieron diez minutos y después de tanto esperar la vi llegar toda apurada, cansada y acalorada, pero aún así a pesar de todo eso se veía más hermosa que en fotos.
Me acerqué a saludarla de beso en el cachete y en ese momento ella pidió disculpas por la tardanza, le dije que no importaba que lo importante es que ya estaba aquí.
Empezamos a caminar y empecé a notar que ella no me quitaba los ojos de encima no dejaba de verme los labios, parecía que tenía unas ganas inmensas de besarme.
Ella empezó a charlar hacerca de ella y lo que parecieron 5 minutos en realidad, fueron 3 horas de estar admirando su belleza mientras emocionada me contaba acerca de ella.
Llegó la hora de despedirse, entonces la acompañe a casa.
Llegando a casa de ella comenzó a llover y me invitó a pasar, por lo que yo agradecido acepté su oferta de entrar.
Una vez adentro, ella fue se fue a cambiar, para ponerse algo más cómodo, su pijama, era algo atrevida, parecía una simple bata transparente pero esque en realidad me  permitía ver su hermoso cuerpo.
Ella me ofreció un trago, pero yo asombrado por su belleza me quedé como un  imbecil admirandola de pies a cabeza.
Ella sirvió los tragos y los puso sobre la mesa enfrente del sofá en el cual estábamos sentados.
El transparente de la bata me permitía ver su bustos.
Ella comenzó a tener una mirada un poco tentadora hacia mí.
Se empezó a acercar lentamente, yo me sorprendí y lo único que pude hacer de lo enamorado que estaba de ella fue cerrar mis ojos y dejar que ese beso surgiera por sí solo.
Comencé con mis manos a rosar su espalda, eran tan suave que parecía como si estuviese tocando el cielo.
Comencé con mis manos a bajar su bata de la parte superior, hasta dejarla al descubierto.
Comenzé a besarla por el cuello, mientras que con una mano, empecé a tocar el interior de sus muslos.
Note que ella conforme más la tocaba, ella más habría las piernas más sensualmente, tratando de seducirme.
Ella me alejo, me quito de ahí y empezó a quitarme la camisa.
A los pocos segundos ella se subió en mi, encima de mi sexo.

Desde Cero (Versión Masculina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora