Eres

368 38 6
                                    


ADVIRTENCIA esto nació después de ver Digimon Aventure Tri... así que espero no tomar elementos de más o spoilers. Aun así están advertidos.


Capitulo único.

Yamato movió los dedos sobre las cuerdas creando armoniosos sonidos que copiaban los que tenía reproduciéndose en su cabeza y que su boca tarareaba sin su permiso. Para muchos quizás será extraño pensar en la música naciendo y sonando en su cabeza y en cierta medida, si se lo preguntaban a él, no sabría explicarlo de una manera más profunda, simplemente miraba algo que le gustaba y ¡¡Bummm!! Ahí estaba la idea y luego como si fuera algo natural, al menos para él, se convertía en acordes y compases.

Claro que Matt había notado un patrón en su línea de inspiración.

No es que le molestara que a últimas fechas su estilo musical cambiara o que incluso su patrón para crear letras hubiera sufrido un abrupto giro de 180 grados. De hecho si se lo preguntaran de frente él diría que esa fue la principal razón por la cual dejo de existir Teena Wolfs y nació Knife of day.

Con melancolía dio un suspiro profundo antes de dejarse caer sobre la cama sin soltar su preciada guitarra. Debía considerar su situación actual de manera concienzuda, lo que estaba dejando ver a través de sus canciones era... un poco bochornoso si llegaba a interpretarse de manera correcta, y estaba seguro que tarde o temprano su hermano, quien era el que las escuchaba en maqueta y luego ya completas, terminaría por darse cuenta de hacía donde iban encaminadas.

Matt dio otro suspiro aún más profundo y cerró los ojos. Tenía diecisiete años y estaba en preparatoria, era hora de tomar las riendas de su... pues ¿inspiración?

¿Cómo controlas la inspiración? Es decir... ¿no se supone que las musas son precisamente uno de los seres más esquivos y pendencieros? ¿No han hecho sufrir a la humanidad con su ausencia por siglos...?

Bueno, él no podía quejarse de su falta, más bien su inconformidad estaba en los momentos inoportunos que elegían para apersonarse. Como... Con molestia resoplo, luego sin moverse un ápice de su cómoda posición y con los ojos bien clavados en el techo comenzó a cantar suavemente como si susurrara.

Eres... lo que más quiero en este mundo, eso eres,

mi pensamiento más profundo, también eres,

tan sólo dime lo que hago, aquí me tienes.

Con molestia apretó los labios. Sin duda era una buena letra y a sus fans las volvería locas. Pero... ¡Maldición! Nadie tenía que saber en dónde había nacido la idea.

Lo más probable era que si se quedaba callado nadie le preguntaría ¿en qué te inspiras? O al menos eso esperaba porque Matt no sabría qué contestar, y la respuesta más honesta le acarrearía muchos problemas.

—Basta con que no se la muestre a la banda y listo... —se dijo, sabiendo de sobra que eso no era posible porque cuando una canción nacía esta se repetía innumerables veces en su cabeza hasta que no terminaba por darle forma y tocarla sobre el escenario. De otra forma se convertía en un mantra que lo atenazaba con tal vigor que le impedía concentrarse en cualquier tarea por mínima que fuera. Se olvidaba de la escuela, de sus proyectos, de sus tareas, de todo... bueno, casi todo.

¿Debería rendirse a las musas?

—No estaría en tan lamentable situación si no fuera porque mis canciones parecen gritar algo que yo ciertamente jamás pensé, ni creo sentir —se lamentó mordiendo su labio inferior con frustración.

EresWhere stories live. Discover now