Capítulo 3. Café, salón, y noche.

32 2 2
                                    

- Ayano... Fukawa... (Dije con una voz titubeante)

- Leo?? Que haces aquí?

- Eso debería preguntarte yo, ¿si que es difícil que coincidamos verdad?

- La verdad es que sí... (Apartó la mirada con tristeza)

(Me di cuenta de por qué lo hizo, y enseguida salté a salvar la situación)

- Vamos ayano, no tienes que ponerte así cada vez que nos veamos.

- Pero, no puedo evitar reco-

- Todo lo que pasó en aquel incendio ya es agua pasada, (como permanecía callada cambié de tema), es increible que hayamos coincidido!

- ¡Llevas razón!, era muy improbable...
¿Que tal con el compañero? la verdad esque no me he llevado una buena bienvenida con mi compañera de  piso por eso salí a la cafetería y ha investigar por mi cuenta.

- Yo ni siquiera he visto a mi compañera, por eso creo que debería tirar para mi apartamento, espero verte en el instituto

- Igualmente Leo! (Se despidió con la sonrisa que me lleva atrapando tanto tiempo)

De camino a casa, empecé a pensar mucho en ayano, es una chica de pelo ni largo ni corto, castaño como el mío, con ojos marrones y de actitud reservada, solíamos tener amigos en común, pero hubo un incendio en una fiesta, donde fallecieron dos de nuestros amigos y después de eso no tuvimos el valor de volvernos a relacionar de nuevo, ya que siempre acabamos hablando del incendio y nos acabamos lamentando. Diría que ya lo tenemos superado, aunque no estoy del todo seguro.

La verdad, Ayano es la chica de la que estaba enamorado durante mucho tiempo. Siempre le quise declarar mis sentimientos, pero ella sienpre se mostraba evasiva nate ellos y como somos solo amigos pues no ocurrio nada más. Me dejó bastante claro que no se mostraba muy receptiva, encima después paso lo del incendio y pues ahí se quedó la cosa.

He llegado a estar perdido y triste por lo mucho que me gusta ayano, pero eso no me frenará aquí en mi nueva vida.

Al llegar, para sorpresa de mis ojos vi a mi compañera descargando las maletas en el salón, colocando todas sus prendas encima del mueble.
(Pronuncié mis primeras palabras)

- Ehm... Hola??

- Holaaaa, (dejó de hacer lo que estaba haciendo y corrió hacia mí)

- ...

- Soy Claudine Von Coullymore

- Vaya, es un nombre muy-

- ¿Raro verdad? ¡Jajaja! ¡Lo sé! Me lo suelen decir mucho. Ahora voy a seguir desempaquetando toda mi ropa y pertenencias por aquí.

- Espera claudine esto es el sa-

- Llámame Clau, no Claudine, ¿entendido? ( sacó muchas prendas entre las que divisé su ropa interior)

- Un momento, creo que no me entiendes clau.

- Si, si te entiendo, quieres ayudarme a organizar todo, ¿no? Toma esta bolsa de aquí y ponla allí. Y como vuelvas a quedarte mirando mis bragas te mato, ¿me oyes?

- No pretendía eso sabes, lo siento...

- Vaaale, te perdono (me miró con una sonrisa, pude percatarme que se estaba quedando conmigo)

- ... (Empecé a ayudarla sin más)

- ¡Y con esto ya hemos terminado! ¿Ves que fácil...? Esto...

- León nijima.

- Te llamaré Niji.

- Mi nombre es león, puedes llamarme leo (estaba empezando a cansarme)

- Ya, pero esque me dan miedo los leones, ¿sabes? ( volvió a sonreír de nuevo)

- Clau, ¿sabes que has instalado tus cosas en el salón?

- Vaya, ¿ah si? ¿Qué cabeza la mía? (Coménzó a reirse, y a mirarme despreocupadamente, no pude evitar reirme con ella)

- ¿Te has... reido? ¡Qué feliz estoy! Tío, ¡Llevo intentando eso toda la tarde!, hablando de tarde, ¡ya es tarde!, prepararé la cena mientras tu cargas todas mis cosas  ami habitación, ¡ojo con mis sujetadores!

(Ojo con mis sujetadores, dice, si a penas tiene pecho, la analicé en mi cabeza mientras hacía la faena)

Es una chica muy bajita, sus ojos estaban a la altura de mi pecho, tiene el pelo rizado y de un tono castaño muy claro, diría que en verano se pondrá rubia. Honestamente creo que es la compañera de apartamento que necesitaba, es divertida, despistada, y alegre, espero que no haya problemas en nuestra convivencia.

(Cenamos un sandwich, guardamos los utensilios de cocina y después de eso cada uno fue hacia su habitación)

Me quedé dormido enseguida por todo el cansansancio provocado por el día que había tenido. Pero mo sueño no duró mucho tiempo

Un ruido de sábanas me despertó, miré hacia mi reloj, eran las 4 de la mañana. Observé algo debajo de mi sábana que rozaba mi cuerpo.

- ¿C-claudine?

- Shhhh, clau, ahora, a dormir...

- ¿Qué haces aquí?¿Por qué no estás en tu habitación?

- Tengo algo... de miedo... a la oscuridad...

- No me digas, y mañana me toca la lotería, ¿Qué te ocurre?

Se incorporó y se puso de rodillas encima mía (pude divisar muy suavemente su cara de enfado por haberla tomado en broma, quizás tiene miedo de la oscuridad de verdad).

Se acercó a mi rostro, nuestros pechos rozaban.

- Por favor, déjame dormir hoy contigo, estoy un poco asustada.

-...

- Buenas noches... ( se retiró de mi y se fue a un lado de mi cama un poco más alejada que antes)

Sinceramente esa noche no fue buena, ya que no dormí nada, mientras ella se quedó dormida enseguida...


Un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora