Mi desastroso destino

7. Lo extrañé

Narra Franco.

No lo puedo creer, tuve que irme de urgencias a Chicago y dejarla sola con ese desgraciado.

Me siento una de las peores personas del mundo.

¿Por qué siempre tengo que cagar todo?

La culpa me carcome, tenía que ir sí o sí, mis padres me habían obligado, si me negaba a viajar no podía ver mas a Clara, no tenía opción.

Hace 2 semanas que no la veo. Ahora estoy con mis malditos padres por bajar del avión, necesito un cigarrillo; empecé a fumar cuando pasó el accidente donde parte de mi vida se arruinó, se podría decir que antes era un chico "bueno". Solo lo hago porque tranquiliza.

Hay una rubia del asiento en diagonal a mi que no para de mirar, ¿Qué quieres? Lamento decirte que soy una bosta de persona, no te acerques. Mi malhumor es cada vez mayor.

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Ya son las 4:30 de la madrugada cuando por fin llego a mi casa.

No hago caso a lo que dicen mis padres y me ducho, al salir me visto con un jean oscuro, una remera violeta con la estampa de un hombre y unas vans.

Entro al coche, es un Lamborghini color negro, mis padres están muy bien económicamente y por lo tanto yo también, fue mi regalo de los 17 años. Enciendo este mounstruo y empiezo a acelelar, no me importa la hora, necesito verla lo antes posible, las ansias me están matando.

Enciendo un cigarrillo y a los 10 minutos aparco en la gran mansión.

No voy ser tan inútil y tocar la puerta, se despertarían todos. Por lo que elijo pararme frente la ventana de Clara.

Para entrar rejas no fueron un problema, las salté con facilidad y los perros ya me conocen; hice esto millones de veces para verla.

Veo a mi alrededor y solo hay pierdas entonces agarro una y la lanzo hacia la ventana, espero unos minutos y vuelvo a lanzar diez más de ellas, pero nadie sale ¡Maldición!

Estoy solo a las 5:18 de la madrugada, entonces pienso que hice las otras veces que esto no funcionó.

¡La escalera que está detrás de las plantas idiota! - Me digo a mi mismo. La agarro y la apoyo sobre la pared y empiezo a subir.

Cuando estoy empezando a sentir pánico de caerme llego a la ventana. Corro el vidrio y entro.

Su habitación sigue igual, es hermoso ver su único lugar privado donde puede ser solo ella, es fascinante, con solo sentir su aroma me siento completo.

La luz del baño está prendida y cuando me voy a dirigir a este observo una foto de Clara y Gastón, mi mejor amigo, lo extraño demasiado.

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Narra Clara.

Y... siento el rudio de la ventana abrirse. Inmediatamente trabo la puerta del baño por miedo a que sea un ladrón y sin pensarlo guardo la navaja en el bolsillo trasero de mi pijama.

Estoy empezando a mariarme cuando siento dos golpecitos en la puerta y una muy hermosa voz gruesa decir mi nombre, una amplia sonrisa se forma en mi rostro.

Me miro al espejo y sigo estando hecha un desastre, agarro el peine e intento arreglarme el cabello, pero es un caso perdido, me doy por vencida y abro la puerta, no puedo esperar un minuto más.

Lo miro, me mira, nos miramos. Al instante estoy entre sus brazos, me gusta tanto estar así, me pasaría la vida abrazandolo, de verdad lo amo.

-Te extrañe tanto cariño- Susurra en mi oído, un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

-Yo tamb- Y antes de que pueda seguir hablando él atrapa mis labios con los suyos.

Extrañaba tanto su voz, sus abrazos, sus besos, sus sonrisas. Creo que nunca extrañé a nadie de esa forma. ¡ES PERFECTO!

Sus labios bajan por mi cuello y sus manos por mi cintura haciéndome sentir un cosquilleo en mi estómago. Lo quiero tanto, me vuelve completamente loca.

Sus manos siguen bajando hasta llegar a mi trasero, de repente se despega brutamente de mi cuello y puedo ver en sus ojos verdes decepción y enfado. ¡¿Qué mierda está pansando?!

-Clara explícame ya que es esto.-Habló con calma pero en un tono enojado.

Me muestra la navaja con la que hacía minutos intenté cortarme. ¡¡Soy una verdadera estúpida!! ME DETESTO TANTO POR SIEMPRE HACER LAS COSAS MAL. ¿En qué pensaba?

-No, y-yo.

Las palabras no podían salir de mi boca, lagrimas volvían a caer por mis ojos ¿Por qué soy tan débil? No merezco nada. Ver esos ojos sin brillo alguno me destrozaba.

Gracias por leer!! ¿Les gustó que narre Franco? Espero que sí, besos♥