Prólogo.

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— A partir de hoy— hablaba un hombre ya mayor en el noticiero sur coreano, a lado de su esposa y su hijo. —, Mi Hijo Jeon JeonGguk, queda a cargo de los aeropuertos y naves de los Jeon. —

Gguk alzó suavemente su rostro inexpresivo, divisando las cámaras... Los reporteros...
La empresa de su familia se encontraba casi en banca rota, no era un buen tiempo para sus aeropuertos, habia multiples de cientos de quejas acerca de los aeropuertos de los Jeon.

No sabia que haria, Pero sabía que hacian esto para dejarlo a él arreglar cosas de las que no tiene ni la más minima culpa ni conciencia. Y tambien estaban arrancandole sus sueños; el soñaba con bailar a lado de su mejor amigo, y ambos representar a Busan en la competencia nacional de talentos.

Eran sumamente egoístas e injustos con él.

JeonGguk solo podia aceptarlo, declarar frente a cámaras que el se haria cargo y que todo mejoraria, más que para la familia y la empresa; para quienes decidan viajar con ellos.

Y Fue Todo. La conferencia terminó y el solo subio a la limosina con molestia. Debia llamar a JiMin, que seguramente ya tendria un montón de preguntas acerca de la descisión de sus padres, por que Park sabia perfectamente que Jeon queria bailar con él, que queria seguir su sueño y pasión.

Estaba totalmente debastado, todo se iria gracias a la avaricia de su familia, y las ganas de tener un lugar en el elite, en la sociedad que los reconocia como una familia adinerada y con una fortuna increible. Pero eso para Jeon ya no significaba absolutamente nada más que un capricho; uno que el tenia que cumplir para quienes debian cumplir los propios, pero no. Habian cambiado las reglas.

De nada habia servido intentar hablar, era algo que ya no tendria sentido si habia un contrario firmado y Todo un país enterado de la noticia. Seria malditamente dificil para él. No tenia nadie que le ayudara. No sabria que hacer, ¿cómo comandaria cientos de aeropuertos? Era todo un lío.

¿Qué se supone que haría él? ¿Volar aviones? Hay pilotos, ¿Hacer reservaciones? Estan las encargadas, ¿Atender en un avión? Estaban las aeromosas, ¿Vigilar que todo vaya bien antes y despúes de un vuelo? Estan los de seguridad, ¿Disfrutar el dinero? Estan sus padres.

El no tenia nada que hacer ahí. Al menos no a su parecer.

Controlar los vuelos... Hacerse cargo de quejas y demás. Contratar y despedir personas... Podria intentarlo, quizá no saliera mal, ¿no?...
Pero el caso es que Jeon no queria siquiera intentar. Él anhelaba bailar y Cantar con JiMin... Pero, ¿de qué servia quejarse? Hecho esta.

Jeon soltó un pesado suspiro percatandose de que ya yacía en su habitación. Cerró la puerta y rebuscó en su bolsillo su telefono. Debía hablar con JiMin. Al dar con dicho aparato, lo encendió. La luz de este alumbró su decaído rostro, y se dio tarea a buscar el contacto.

Queria verlo, no queria hablar algo tan importante para él por telefono, queria darle cara. Su mejor amigo rubio lo comprenderia, eso lo sabia. Pero no queria, JiMin era su hermano mayor que lo apoyaba. Pero esto era muy serio para Jeon.

— JiMin-Ah... — murmuró al telefono con su voz levemente quebrantada. ¿Por qué lloraba? Es decir, eso no solucionaría nada...

El rubio atendio el telefono y se quedó unos momentos en silencio para despúes romper este de manera inesperada...

— Kookie... ¿Por qué?... — Dijo con un tono de tristeza que a cualquiera le romperia el corazón oir... Jeon suspiro pesadamente y simplemente negó como si Park pudiera verle.

— No lo sé... Pero Hyung, Joder Estoy tan molesto... — mencionó Con su voz realmente agotado. Bastó con eso para que Park simplemente le sugiriera verse y acordaron ir a un café.

❝Conejito Mafioso❞  | ↻ Taekook +15. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora