Aroma a Jazmín (camren)

Capítulo 4

"Sabes exactamente de lo que estoy hablando."

Dinah fulminó con la mirada a Camila desde el otro lado de la mesa, gesticulando con el chip de tortilla a medio comer que sostenía en una mano.

"Estoy segura de que no."

"Has estado distraído toda la noche. No puedes decirme que no hay algo en tu mente." Dinah tomó el chip en un tazón de salsa con una mano y luego sostuvo la otra mano debajo de él mientras se llevaba el chip a la boca. Salsa roja brillante goteó del chip sobre su palma y luego se secó rápidamente en la servilleta amarilla que estaba en el regazo de Dinah.

Camila continuó ignorando la acusación y, en cambio, se concentró en cortar un burrito cubierto de queso en pequeños cuadrados ordenados. Cuando terminó, miró a su amiga.

"Acabamos de estar ocupados en el trabajo, eso es todo. Tuvimos un gran cliente y pasamos la mayor parte del día en la sala de conferencias repasando los planos de planta y los esquemas de color." Hizo un gesto con la mano a una camarera que se detuvo junto a la mesa preguntando si alguien necesitaba rellenar sus bebidas.

"No, gracias," dijo Dinah a la camarera y luego volvió su atención a Camila. "Siempre estás ocupada en el trabajo estos días. Y creo que ambas sabemos lo que sustituye el trabajo."

"No podemos comenzar esto de nuevo," dijo Camila bruscamente, mirando alrededor del restaurante. "Prefiero no entrar en una discusión sobre lo que sabes frente a la multitud de la cena en El Caliente."

Dinah sacudió la cabeza y sacó otro chip en el tazón de salsa.

"Lo que sea. Sé que me ocultas algo. Lo averiguaré, no te preocupes." Mordió el chip, pero nunca dejó de hablar. "Entonces, ¿cómo estuvo el almuerzo hoy?"  

"Bastante bien," dijo Camila, feliz por el cambio de tema. "Ashley hizo su ensalada de brócoli, pero esta vez dejó las nueces. Mónica trajo esa cosa de chocolate que hizo en Navidad, la que tanto te gustó."

"Espero que me hayas salvado un poco."

"Lo hice," dijo Camila, sabiendo la debilidad de su amiga por todo lo relacionado con el chocolate. "Está en  casa. Recuérdame cuándo me dejes más tarde y te lo traeré."

"No te preocupes, lo haré," dijo Dinah con entusiasmo. Se arremolinó alrededor del té dulce en su vaso y luego tomó un sorbo. "Entonces, ¿cómo fue la reunión con el cliente? Si estuvo en la sala de conferencias todo el día, ¿eso significa que ganaron la oferta?"

"La mayor parte del día," corrigió. "Y sí, parece que lo vamos a conseguir. Todavía no hay nada oficial, pero la cliente parecía estar muy entusiasmado con algunas de las ideas que teníamos para ella. Deberíamos saber algo para la próxima semana. Ella quería obtener la opinión de su esposo antes de tomar la decisión final, y él estará fuera del país por negocios hasta este fin de semana."

"Bueno, eso es increíble," dijo Dinah entre bocados de otro chip de tortilla.

"Bueno, hola Camila," sonó una voz sobre la música de mariachi en el restaurante.

Ambas mujeres levantaron la vista de su conversación para ver a Kim Jauregui de pie junto a la mesa. Una niña con una camisa de lunares estaba a su lado.

Maldición, pensó Camila para sí misma. Tal vez ella solo diga hola y siga caminando.

"Hola Kim," la saludó sonriendo. "Dinah, ¿te acuerdas de Kim Jauregui, verdad?" Dinah mostró una pequeña sonrisa y saludó a las dos que estaban en el pasillo.

"Y recuerdas a Rachel" Kim puso una mano sobre la cabeza de su hija. "Estamos teniendo una noche de chicas."

"Bueno, eso es genial. Es bueno verte de nuevo Rachel. Chicas, disfruten esta noche," dijo Camila, mentalmente dispuesta a que la pareja se fuera.