Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos hasta las mejillas, luego a la barbilla y después al suelo; formando un río que esta vez no se iba a secar.
Primera noche de insomnio.
Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos hasta las mejillas, luego a la barbilla y después al suelo; formando un río que esta vez no se iba a secar.