Me levanté de la cama y me fui hacia el baño a lavarme la cara. Eran aproximadamente las ocho am. Me dolía la cabeza y me sentía decaído. Tenía gripe. Me tome un medicamento para bajar la fiebre y me senté a desayunar: una infusión de té con tostadas y un jugo exprimido de naranja. No trabajaba, ya que estaba de vacaciones. Suena el teléfono y era mi madre llorando.
-Ven hijo, ha vuelto, por favor ven –colgó-
No sabía lo que estaba sucediendo ¿Quién había vuelto? No entendía. Tomé mi coche y fui hasta la casa de mi madre, que por cierto, es mi casa materna, donde me crié gran parte de mi vida
Llegue a la casa y la puerta estaba sin cerradura, por lo que pude acceder fácilmente.
-Madre, ¿te encuentras bien? ¿Qué ha pasado?
Estaba pálida, agitada y temblorosa. Miraba al techo y lo señalaba. Yo miré también para ese lugar pero no había nada.
-Volvió –su voz estaba temblorosa- Volvió.
-Pero ¿Quién? Explícame.
En ese momento, ella giró su cabeza hacia mí y respondió.
-Bullop...
Pensé que mi mamá estaba loca, ya que tenía sus buenos años, así que llamé a mi hermano y le comenté
-Oye, me acaba de llamar mamá y dice que Bullop está aquí de vuelta. Ahora estoy en la casa.
-¿Qué dices?
-Eso me acaba de informar mamá
-Ella es una persona grande ya. Tú sabes que tiene problemas de memoria.
-No hables así de mamá. Ven.
-Dios... Está bien, iré.
Al instante mi hermano llegó. Me preguntó dónde estaba mamá, y le señalé que estaba en el sillón sentada. Tenía la mirada fija en la pared y no se movía. Nos impactó un poco la escena. Mi hermano le preguntó que le ocurría y ella lo único que le dijo era que había vuelto.
Procedo a contarles la historia sobre quién es Bullop: cuando éramos unos niños, vivíamos en otra casa. Siempre a la madrugada iba un hombre vestido de traje, pantalón, zapatos, guantes y un sombrero, todo de color blanco, una corbata roja y lo más curioso y digamos también que más nos causaba una sensación de intriga y miedo era que no tenía cara, ninguna parte de la cara, era piel sola, obviamente, también de color blanca. Siempre se quedaba quieto observando la casa por la ventana, bajo la luz de una luz de la calle. A veces sentíamos su presencia dentro de ella, nos hacía sentir muy incómodos y sentíamos el ambiente pesado (espiritualmente hablando). Ese ser se nos ha metido allí porque anteriormente vivía un hombre (que le hemos comprado la casa a su familia cuando éste había fallecido) hacía rituales, era ocultista e invocaba a seres malignos para provocar daño. Entonces, según expertos de la demonología y sacerdotes, este demonio se quedó a habitar esa casa, ya que la última sesión de ocultismo que el señor hizo, había abierto un portal y nunca lo pudo cerrar, ya que cuando quiso cerrarlo, el hombre misteriosamente murió, entonces como consecuencia de eso, el demonio nos comenzó a hacer la vida bastante imposible, en especial a la madrugada (siempre hacia apariciones entre las doce y las tres treinta de la madrugada, hora donde hay más actividad paranormal). Escuchábamos ruidos en la casa, se abrían los cajones, se prendía la TV, se escuchaban pasos, se abrían las puertas, escuchábamos que las perillas giraban, la casa se sentía oscura en general. Recuerdo que cuando era un niño, en mi habitación se aparecía un espectro sobre los pies de mi cama, algunas veces lo escuchaba respirar literalmente sobre cuello, en fin, nos hacía la vida bastante dura. Ahora ustedes se preguntaran que habrá pasado con ese ser, y como es que sabemos su nombre. Bueno, pues la respuesta a lo primero es que cuando mi hermano y yo éramos adolescentes, estábamos cansados de que ese ser estuviera en nuestra casa y no nos permitiera seguir con nuestras vidas, por lo que, hablándolo con nuestros padres, habíamos llegado a un acuerdo en llamar a un sacerdote para que pudiera expulsarlo de una buena vez por todas. Lo recuerdo bien, fue un mediodía cuando mi padre llegaba de trabajar. Ese mismo día, fuimos hacia la iglesia y pedimos hablar con el Obispo. Le explicamos la situación y él accedió con gusto. A la tarde, llega a nuestra casa con un maletín. Lo abre y tenía agua bendita, un crucifijo, la biblia, unos papeles con una oración y no recuerdo que más. Empieza a bendecir la casa y nos dice a todos que leamos una oración que él nos había entregado. En ese mismo momento, mi padre se cayó al suelo y comenzó a sangrar por la boca, sus ojos se pusieron blancos y comenzó a gritar y a moverse para todos lados. Todos nos asustamos. Recuerdo que el Obispo nos dijo que lo sostuviéramos, ya que estaba poseído. El sacerdote dijo con un tono bastante alto "dinos tu nombre" a lo que el demonio contestó con un grito y el Obispo hizo la misma pregunta, y el demonio dijo con una voz extremadamente gruesa y gritando "¡Bullop!". Mientras tanto nosotros lo sosteníamos y seguíamos leyendo la oración. Era increíble la fuerza bestial que tenía ese ser. El Obispo le tiraba agua bendita al cuerpo de mi padre, y el crucifijo, se lo ponía en el pecho, a lo que al parecer parecía que le quemaba, porque gritaba y salía vapor de su frente. Estuvimos aproximadamente diez o veinte minutos intentando exorcizar a mi padre, hasta que por fin pudimos. En ese momento vimos como una sombra negra salía del cuerpo de mi padre y se iba hacia debajo del suelo de nuestra casa. Mi papá se estaba recuperando lentamente y preguntó desorientado "¿qué ha pasado?" y todos nos pusimos contentos y lo abrazamos. El Obispo comenzó a bendecir la casa, rincón por rincón, y al finalizar el ritual, nos dijo que nos iba a mandar un demonólogo para ver el grado de intensidad que era ese demonio. Al día siguiente, se presenta el hombre con la mujer. Ellos nos dijeron que eran los demonólogos y expertos en lo paranormal. Comenzaron a ver toda la casa. La mujer fue hacia el sótano y vio que ahí estaba el portal, por lo que la mujer lo cerró y al final dijo "bueno, podemos decir que la casa está en orden" por lo que nos alegramos con mi familia. El hombre nos explicó que el demonio era extremadamente peligroso, que mi padre tuvo suerte de salir con vida después de ser poseído por la entidad, y que nunca dejemos de confiar en Dios, ya que nos estaba protegiendo. También nos comentó que Bullop se presenciaba de una manera galán. Es un ser raro, nunca había oído que un demonio se presentara de una manera tan galán como lo era él. Nos aliviamos de que todos estemos bien y de que nada malo haya pasado. Sentíamos la casa limpia, llena de paz y espiritualidad. Nos sentíamos positivos y por fin nuestras vidas comenzaron a cambiar. Ya podíamos dormir bien y no nos sentíamos perseguidos ni observados. Esa es la historia de Bullop. Yo creo que es un ser galán, me gustaba cómo estaba vestido, aunque era un demonio y nos hacía la vida bastante difícil.
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Bullop
HorrorUna historia de espectros, basada en narraciones y testimonios reales de personas que convivieron alguna vez con alguna fuerza paranormal, que te pondrá los pelos de punta.