Los dioses en el siglo XXI

Gr- Zeus.

Hasta que Zeus, impulsado por un oráculo producido por Apolo, ordenó a los demás dioses que podían empezar a mostrarse, a demostrar que ya no estaban exiliados, pero nunca como en su tierra natal, jamás como en la Antigua Grecia.

Pero, ¿qué hicieron los dioses hasta el momento? ¿Cómo se escondieron durante más de dos mil años?
Zeus, el más fuerte, eminente e influyente de los dioses decidió cambiar su ajada y vetusta imagen a una nueva e innovadora, la cual iba cambiando.
Su tradicional aspecto era formado por una cabellera argentada por encima de los hombros y ensortijada. Sus ojos eran de un azules cuál tormenta eléctrica furiosa de verano. Si se miraban, casi  se podían sentir los truenos, la crepitante sensación de las gotas cayendo sobre la piel. Incluso podía reflejado verse ese enigmático color que une el mar y el cielo. Su rostro demostraba, aunque a duras penas, sus años de vida, junto a todas las batallas sufridas ya que algunas arrugas, patas de gallo y diversos pliegues de la piel hacían mella en esa piel que alguna vez fue tersa.
Y tal como su rango demandaba siempre poseía un semblante serio, que a más de algún mortal hizo asustar.

Zeus Eleuterio, el portador de la libertad, vestía siempre un Chíton, una túnica típica griega.
Calzaba esa ropa de mortales porque era una de las pocas cosas que le gustaban de esos seres inferiores. Su vestido era blanco, con adornos en azul y algunos pocos en dorado y, como todo rey portaba su corona, la cual copió de su hijo Apolo. Ésta estaba formada por hojas del hermoso árbol del laurel, el precioso árbol de Dafne.

Así pues, ese estilo anticuado fue reemplazado por otro que iba variando de acuerdo a la época vivida pues para que los destructivos y retrógradas humanos no sospecharan, absolutamente todos los dioses estuvieron de acuerdo en algo: mantenerse bajo un perfil bajo.

El rey de los dioses decidió cambiar su estilo de arriba a abajo. Se dispuso a cortar su argento color hasta dejarlo corto, para que solo unos mechones cayeran por su rostro. Se animó a cambiar de color a uno más sangriento, honrando así sus tiempos de batallas, sus añoradas y lejanas batallas. Y, por descontado, rejuveneció su rostro hasta no dejar ni una sola arruga, salvo la arruga de expresión formada por el, siempre usado, gesto adusto de su entrecejo.

Sus ojos variaban según su estado de ánimo. Así que podían ser azules como el fondo del océano, o dorados como el oro líquido. A veces, cuando sin querer recordaba los viejos tiempos en donde los humanos les rendían culto sus ojos se tornaban de un gris apagado y sólido, exactamente igual que esas nubes que anuncian una lluvia abundante y encapotan el cielo soleado.

Y, ¿cuál fue el último aspecto que Zeus, hijo de Cronos y Rea, no cambió para nada? Su barba.
Se rehusó a cortarse la barba, siempre la llevaba pulida y cuidada. Cortada según lo que el tiempo pedía. Más larga o más corta, pero siempre barba, y únicamente barba. El dios de los dioses odiaba y se negaba a dejarse crecer el bigote.

Su físico, color de piel y demás variaban según lo que demandaba la época, el año o el lugar donde residía en ese momento. Pero esos detalles eran los mismos siempre.

Pero, ¿qué quiso hacer Zeus durante esos dos mil años?

Fácil y predecible. SER EL JEFE.

Eso hizo Zeus, ser el jefe, el rey, el gobernador. No quería ser gobernado, así que utilizaba sus habilidades y atributos para obtener un cursus honorum y así ganarse el privilegio de ser el más importante de la jerarquía.

Pero,¿ y en el siglo XXI? Hoy en día los reyes ya no tienen la importancia que tenían antaño. Y los gobernantes deben obedecer a otros iguales a ellos, formando una especie de consejo.

Así que Zeus se hizo militar. Adoraba y añoraba sus tiempos de guerra, los cuales atesoraba cuál oro y diamantes.

El vetusto y guerrero rey de los dioses amaba el aire, pues decidió que la guerra de tierra sería de su hijo Ares y el mar sería de su hermano Poseidón.
Se atrevió a pertenecer a más fuerzas aéreas del ejército, sin importar el país, pues en cada vida cambiaba de nación.

Fue el mejor en cada "vida", destacado y excelente militar. Llevaba el liderazgo y poder en las venas. El más fuerte, valiente y audaz de todos.

¿Pero cómo podría demostrarles a todos que él era Zeus?

¿Cómo estarían sus... (cuántos eran...)...?
¿Estarían bien sus MÚLTIPLES hijos?