No todo es lo que parece

II

Se apreciaba ver a una pequeña niña de cabello negro y ojos violetas que se encontraba jugando con un pequeño oso de peluche en una habitación, en ese momento entra una mujer joven de cabello negro y ojos del mismo color que la pequeña niña, se acerca con cautela y una enorme sonrisa.

-Mi pequeña sombra ¿Qué es lo que haces?-ya estando cerca de ella mientras se ponía de su misma altura.

-Estoy jugando con Del mamá aunque él no quiere jugar el juego que yo quiero-pone una expresión de disgusto mientras le enseña a su madre su pequeño oso de peluche.

-Ay cariño a lo mejor Del no quiere jugar el mismo juego todos los días-comprensiva mientras le picaba un poco su pequeña mejilla, la pequeña solo se ríe por el pequeño pellizco y abraza a su madre.

-Mami, ¿crees que papá tarde en llegar a casa como ayer?-pregunta de manera inocente.

-Claro que no mi pequeña-se separa del abrazo para dedicarle una sonrisa pero antes de que le comentara algo más la puerta se abre de golpe mostrando a un hombre alto de cabello rubio y al igual que las presentes sus ojos eran de un color violeta un poco menos intenso con una bata blanca manchada de sangre al igual que sus pantalones y partes de su cuerpo, se encontraba muy agitado, la mujer al verlo en ese estado corre hacia el.

-Por dios Sebastian, ¿qué fue lo que te paso?-pregunta con mucha preocupación mientras lo examinaba con la mirada.

-Debemos irnos de aquí ahora-es lo único que dice para alejarse de manera apresurada de su esposa mientras buscaba algo entre toda la habitación, ella solo lo sigue con la mirada mientras la pequeña se mantenía en silencio en una esquina de la habitación.

-¿Por qué? ¿Que es lo que esta pasando amor?-Sebastian se detiene y mira a su esposa con preocupación y temor.

-Nos encontró Erika, ese bastardo nos encontró-vuelve su vista hacia el objeto que buscaba el cual era una espada, al verlo Erika se preocupa y entiende la gravedad de todo-guarda todo lo necesario y llévate a $#%%$# -el nombre que menciona se distorsiona-de aquí nos vemos a las afueras de la aldea-se acerca a su esposa para depositar le un corto beso en los labios seguido de que le da un beso a la pequeña en su frente-por favor hazlo con cautela no quiero que esos monstruos te ataquen-sale dejando le con la palabra en la boca a Erika. De manera repentina se empiezan a escuchar ruidos y gritos en todo el lugar.

-Vayámonos de aquí corazón-va hacia donde esta la niña y la carga mientras sale de la casa con mucha cautela, cada paso que daba podía observar como todos corrían y luchaban por su familia o su vida contra monstruos enormes, por la pequeña distracción un monstruo se le atraviesa en el camino lo cual baja a su hija de sus brazos y le indica que se esconda en lo que ella resolvía todo eso, la pequeña logra escapar y se esconde al lado de una casa cerca de donde se encontraba su madre; la pequeña solo observaba como el monstruo lastimaba a su madre y la antes mencionada lo lastimaba con una espada hasta por fin matarlo.

La pequeña corre hacia su madre para seguir con su camino hacia las afueras del pueblo,después de varias batallas Erika encuentra una casa cerca de la salida de la aldea y se esconden ahí, se encontraba con múltiples heridas en sus brazos y piernas los cuales de ellas brotaba poca sangre (pasa la misma parte del sueño anterior).En el suelo se encontraba llorando la pequeña mirando los cuerpos de sus padres muertos mientras detrás de ella se acercaba la sombra de un hombre alto con una enorme espada en su mano.

-Parece que eres la última que me queda por asesinar-la sombra del hombre se acerca más a la pequeña niña la cual al escuchar lo que dice empieza a temblar del miedo, la antes mencionada temblorosa se levanta y voltea a ver al hombre de frente encontrándose con su rostro causándole más miedo del que ya tenia empezando así a soltar pequeñas lágrimas de sus hermosos ojos violetas, el hombre al ver la reacción de la pequeña suelta una estrepitosa carcajada.