No todo es lo que parece

IV

Empiezan a caminar hacia la casa de Klart lo cual Naydelin no sabía, en su camino se la pasaron hablando de cosas triviales antes de llegar a su casa se topan con otro chico, este vestía una camisa de color crema con unos jeans de mezclilla y tenis blancos.

-Klart que bueno que te encuentro estaba a punto de ir a tu casa-le comenta una vez que ya se encontraba cerca de ellos.

-Oh hola Austin que casualidad-se saludan pero al terminar de hacerlo nota la presencia de Naydelin, la cual solo miraba el bosque con atención.

-¿Y no me vas a presentar a la chica que viene contigo Klart?-le pregunta mientras se acercaba a ella y la saluda.

-Oh cierto ella es Naydelin-la señala

-Hola un gusto conocerte-le saluda con una pequeña sonrisa.

-El gusto es mío-le corresponde el saluda para luego mirara a Klart.

-Necesito enserio ir a tu casa-le comenta mientras volvían a retomar el camino olvidando de nuevo la presencia de la chica, algo que no le molesto pues venía muy sumida en sus pensamientos.

-(¿Por qué todo este lugar me resulta tan... familiar?)-piensa mientras seguía observando el bosque, después de unos minutos de caminata logran llegar a una pequeña casa hecha de madera rodeada de muchos árboles y flores dejándola  asombrada; Klart abre la puerta y pasa seguido de Austin para ultima entrar Naydelin, una vez ya en la casa les pide que tomen asiento.

-Mi padre todavía no regresa de su caminata así que tendremos que esperar un poco-comenta para sentarse al lado de Austin, ellos empiezan a platicar de cosas triviales dejando a Naydelin sola, para no aburrirse se pone a recorrer la casa.

-(Este lugar también se me hace muy familiar)-piensa mientras caminaba por el pasillo, encontrándose con una pequeña estancia en donde se podía apreciar una pequeña sala con una mesa de centro redonda, camina hacia uno de los sillones y pasa su mano por uno haciendo que otro recuerdo llegue a su mente.

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-$#%%$# ¿Te encuentras bien?-le pregunta un señor de no más de 30 años de edad con cabello castaño y piel pálida que portaba una pulsera con un dije de unas alas de ángel.

-No del todo señor White-le responde la pequeña con una mirada decaída.

-¿Aun te sientes abrumada por lo que pasó en ese lugar hace dos años?-le pregunta al notar de reojo los garabatos que hacía.

-Sí, fue para mí algo muy fuerte-le responde volteándolo a ver-recordar todos los cadáveres que había en el pueblo e incluso el de mis padres-comenta nostálgica-sin mencionar que cada vez que lo recuerdo mi cicatriz me duele-se toca un poco el estómago con una mueca notoria.

-Tranquila pequeña te aseguro que jamás volverás a recordar ese suceso-le comenta mientras le mostraba una tierna sonrisa haciendo que ella le regrese el gesto.

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Naydelin vuelve a la realidad al sentir como alguien tocaba su hombro de la sorpresa voltea encontrándose con un señor de no más de 40 años cabello castaño y piel pálida, el cual al verla de frente se queda estático.

-¿Qué es lo que haces tú aquí?-le dice de la nada, la cual al verlo detenidamente ve que es el mismo señor de su recuerdo pero un poco más mayor.

-No sé de lo que me habla señor-le responde mientras lo miraba con más detenimiento, su vista va hacia su muñeca encontrándose con la misma pulsera de su recuerdo poniéndola más confundida de lo que ya se encontraba. El señor la mira con detenimiento al rostro y nota algo que le explica la respuesta que le dio poniéndolo más tranquilo.