Simplemente gracias.

233 30 0
                                    

Reproduzcan la canción. (Me encanta este cover).

Habíamos llegado por fin a Guadalajara, estaba lloviendo, sin duda alguna una ciudad muy hermosa.

Habíamos llegado a unos departamentos muy pequeños y muy sencillos,  rentamos uno.

Lily, abrió la ventana y el olor a tierra mojada invadió mis fosas nasales.

—Es grandiosa, ¿no es así? —me miró y regresó su mirada a la vista que daba el balcón.

—Es tan hermosa, pero no tanto como tú. — agarre su cadera y la atraje hacia a mi.

—Eres tan dulce.— rió y rozo nuestras narices.

—Gracias, gracias por hacerme tan feliz, gracias por hacer que me sienta amado, gracias por todo Lily.

—Gracias a ti, gracias por tanto Joel.

[...]

Después de que se quitara la lluvia salimos a buscar empleo, ella de fotógrafa y fue rápido, y conmigo fue más difícil, no encontraba.

Me encontraba a desesperar, una frustración horrible.

—Ya me desespere.— despeine mi cabello.

—Tranquilo, lo encontrarás. — me abrazo, amaba sus abrazos.

Después de caminar por el centro histórico de Guadalajara, regresamos al departamento.

Lily, llegó y se acostó en la cama para después dormir en un profundo sueño, en verdad es un ángel, no les miento.

Al día siguiente mi novia se baño, se arregló, desayuno y se fue a su nuevo trabajo.

Yo salí en busca de trabajo, y encontré uno de locutor en la radio, me pareció bien y ellos sin dudar me contrataron.
Estaba feliz, y era un buen trabajo. Regresé al trabajo de lily para ir por ella y después ir a cenar.

Había llegado justo a tiempo, se veía cansada pero aún así me regaló una pequeña sonrisa.

—¿Cómo te fue?

—Bien, aunque estuvo muy pesado, pero... Amo hacer esto y esto podría ayudarme a mi carrera.—me guiño un ojo y besó suavemente mis labios.

—Ven, vamos a cenar.— entrelaze nuestras manos y la lleve a cenar.

[...]

Al llegar al departamento, me beso no fue un beso suave, al contrario fue un beso desesperado, cerré la puerta y le seguí el beso.

Sus manos se encontraban en mi abdomen, subían y bajaban, sus suaves manos pero frías, después de jugar un rato con mi camisa decidió quitármela, sus manos buscaban desesperadamente el botón de mi pantalon, mi mano fue al cierre de su vestido y lo fue bajando, hasta que su vestido cayó, mis manos fueron a sus sostén quien quito el broche, y de ahí fui a sus bragas, ella no se quedó atrás pues ya había quitado mi pantalón y se había deshecho de mi bóxer, quite mis botas desesperadamente, y ella no tuvo problemas de quitar sus zapatillas.

Sus besos bajaron a mi cuello, y mis manos bajaron a su trasero.
La cargue y la lleve a la cama.

Iba a buscar el condón cuando agarro mi brazo.

—Me tomaré la pastilla.

Me acomodé en ella y la penetré, me movía lentamente... Estábamos haciendo el amor, éramos uno mismo.

La amaba y ella me amaba a mi, era el amor de mi vida.

Llegamos a un orgasmo perfecto.

Nuestras respiraciones agitadas se escuchan en toda la habitación.
Bese su cabeza y ella se acurrucó a mi lado.

Esta muy corto, lo sé.
Espero y les guste.

Todavía.- Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora