My secret.

Let's play together.

—L…Lena yo…— Kara intentó detener a la pelinegra que empezaba a arrodillarse lentamente en el piso mientras sus manos se dirigían a los muslos de la ojiazul, dejando las marcas de sus uñas en ellos, era más que obvio que era un sueño, ¿cómo de otra manera podría infringir algún daño a la chica de acero? La pelinegra negó mientras se su garganta salía un murmullo, muy parecido a una risa ahogada, decepcionada y muy herida. Sus sueños a veces la traicionaban demasiado. Elevó la mirada encontrándose con el miembro de la rubia justo a su lado, y más arriba el pecho de la misma moviéndose agitado, si seguía su recorrido podía ver sus labios entreabiertos, sus mejillas sonrojadas y sus ojos oscurecidos por el deseo y la curiosidad. —N…No tienes que hacerlo. Y…Yo…— la rubia fue interrumpida por el dedo de Lena en la punta de su miembro, su boca dejó escapar todo su aliento dejándola en asfixia, sentía que su cuerpo entero no quería volver a trabajar luego de haber sentido aquello, era estar en el jodido cielo.

—Solo siente…— escuchó decir a Lena, aunque no estaba cien por ciento segura de aquello, su mente se nubló por completo de placer cuando sintió la caliente y húmeda lengua de Lena acariciar la punta de su glande que empezaba a segregar un espeso líquido transparente/amarillento, Kara por su lado no podía moverse, sentía absolutamente todo lo que su doble sentía y su cuerpo temblaba en éxtasis sobre la cama, su vagina estaba muy húmeda, y leves gemidos escapan de sus labios. Lena sonrió y sin previo aviso, tomó con su mano libre el dildo que había traído, sin esperar y mientras masturbaba despacio a Supergirl, acercó el miembro de silicona a la entrada de la rubia, penetrándola al instante sintiendo como el miembro de supergirl temblaba en su mano al sentir aquello.

El grito que escapó de los labios de Kara y su mitad fue suficiente para hacerle entender a Lena que iba por muy buen camino, tan bueno que sentía el miembro de la rubia hincharse en su mano, estaba tan cerca de correrse. —Lena… no pares…— Escuchó a Kara murmurar mientras ella continuaba moviendo el dildo en el interior de la muchacha rubia. Con una sonrisa, volvió su atención al miembro de carne que la esperaba con ansias, sin mayor preámbulo Lena dio una lamida desde la base hasta la punta del pene de Supergirl, para luego llevar la punta a sus labios y empezar a introducirlo en su boca muy despacio, sintiendo como este temblaba y palpitaba en el interior de su boca. —Oh… Sí nena…— escuchó la voz de Supergirl murmurar, pronto sintió unas manos en su cabeza, aquellos fuertes dedos se enredaban en su cabello mientras la empujaban buscando llenar su boca por completo con aquel grueso tronco.

La faena no duró mucho, Lena no tuvo que hacer demasiado para sentir aquel líquido espeso y caliente llenar su boca, el simple gemido ahogado de Kara le dio a entender que ambas se habían venido ya. Con una sonrisa Lena tragó el contenido de su boca, limpiando con su dedo lo que había salido por los bordes de sus labios. —Espero que aún tengas mucho para dar, chica de acero…— murmuró mirando a ambas en estado de éxtasis completo, Kara parecía a punto de caer dormida, mientras que Supergirl la miraba con esa boba sonrisa que siempre adornaba su cara. —Oh, ¿ya están cansadas?— murmuró haciendo un puchero —Es una lástima— susurró haciendo un sonido de negación con su lengua.

Lo que ninguna de las rubias esperaba era que la elegante señorita Luthor se recostara en la cama, abriera sus piernas muy despacio y empezara a acariciar su propio cuerpo frente a ellas, dándoles un show que calentaría hasta al polo norte. Lena capturó sus pechos con sus manos, masajeándolos muy despacio, apretaba sus pezones con suavidad, haciéndolos girar con sus dedos mientras leves gemidos salían de su endiablada boca, esos labios eran la puerta al infierno. Lena llevó su mano izquierda hacia el sur muy lentamente, mientras mojaba los dedos de su mano derecha para acariciar con estos su pezón erecto, humedeciendo la zona con cuidado, llevó su mano izquierda directa hacia su vientre, ¿a quien quería engañar? No necesitaba ningún juego previo, ya estaba jodidamente en llamas.