Parte De Mí (STARKER)

1.-

1.- Embarazo

Peter despertó por la ligera presión que hacían los labios de Tony sobre sus párpados cerrados. Era su versión favorita de ser "despertado por el sol", porque sí, Tony era su sol, y su galaxia entera de ser necesario.

La habitación ya era iluminada por el radiante día, y el mayor se encontraba prácticamente sobre el menor, como un lobo aprisionando a su presa.

—Buenos días— susurró Peter con una sonrisa en los labios que rápidamente el mayor acaparó —Hoy alguien amaneció de buen humor— reconoció entre risas sintiendo las rápidas manos de Tony deslizándose bajo su ropa, acariciando la suave piel durazno del joven.

—Desperté, y noté que sobre mi cama estaba la persona más hermosa del universo... Y casualmente no era yo.

—Que modesto— respondió entre jadeos sintiendo como era despojado de su camiseta y Tony se apoderaba de su cuello, saboreando las curvaturas naturales de su anatomía. Mordiendo los pezones del menor quien curvaba su espalda ante la inesperada corriente eléctrica que le había producido su acto. —Tony— jadeó restregando su pelvis hacia Tony en un desesperado intento de contacto.

—Dime mi niño— respondió en un susurro con voz grave en su oreja que le erizó la piel.

—Quiero montarte— pidió, a lo que Tony se hizo a un lado y se recostó sobre la cama dejando el control sobre el animado chico.

Peter colocó su trasero sobre el miembro del empresario y ante el primer movimiento oscilante que desató un gemido de Stark, el menor se levantó de un salto y corrió hacia el WC. Dejando a Anthony confundido.

Peter se encontraba hincado frente al sanitario, intentando vomitar infructuosamente. Su rostro escarlata evidenciando la violencia con la que su cuerpo intentaba desechar lo que fuera que causaba su mal.

Tony se asomó desde la puerta con un vaso de agua en la mano. Ayudó a Peter a levantarse cuando parecía que su cuerpo se había tranquilizado.

Los ojos llorosos de Peter le ofrecieron al mayor una mirada de agradecimiento, mientras sorbía un poco del agua que le había ofrecido.

—Llamaré al doctor— informó Tony —Viernes, llama al doctor Hoffman

—Viernes, cancela esa llamada— debatió Peter —Estoy bien— agregó con una sonrisa hacia Tony —No más sushi los martes en la madrugada— bromeó tomando la mano de Tony a lo que el mayor respondió rodeando con sus brazos al chico y depositando un beso largo sobre su frente.

...

Un mes más tarde y esporádicas mañanas frente al escusado Tony arrastró a Peter a una visita médica.

—Anthony, no lo entiendes, los hospitales, consultorios, clínicas y las batas blancas me dan muchas más ganas de vomitar, y provocan que tenga un hueco en el abdomen... Sueltame ahora— pidió Peter con ojos llorosos. El menor estaba envuelto en una cobija - como un burrito, o una chimichanga, había mencionado Tony- y era cargado por el mayor mientras Happy conducía el automóvil.

—Para tu drama, tú no eres Shakespeare— anunció el mayor depositando un rápido beso en la mejilla del chico

—Leíste eso en una camiseta— refunfuñó el menor intentando safarse de manera infructuosa.

—Vamos, ya eres un chico grande, el doctor no debería darte miedo.

—Lo dices tú, que eres tu propio doctor/mecánico

Tony colocó a Peter en un sillón en recepción y habló con la joven que atendía quien les indicó que pasaran por una puerta.

Tony cargó a Peter y cuando entraron por fin a donde se encontraba el doctor, solo entonces el menor dejó de moverse y Tony pudo liberarlo sin preocupaciones.