Parte De Mí (STARKER)

2.-

2.-Nervios

Habían pasado un par de semanas desde que el mundo había sido entregado ante sus manos, y a decir verdad Peter se había aprovechado de la situación, había sido consentido en todas las maneras posibles. Colocó chocolate derretido sobre el abdomen se Tony y lo comió con bombones, había sido despertado todas las mañanas con un desayuno delicioso y Tony se había mostrado como el padre ideal, había dejado sus miedos atrás y estaba dispuesto a iniciar una familia junto con Peter, su único amor, y la pequeña criatura que amenazaba con darle un significado nuevo a todo.

—Te estás poniendo redondo— indicó Tony arrodillandose en la cosina frente a Peter para besar su apenas abultado vientre— me encanta, deberías comer más.

—Eres un tonto— refunfuñó Peter

Tony se levantó y depositó un beso en los labios del menor.

—¿Cómo sigue tu dolor? — preguntó Tony sirviendo los panqueques en el plato del chico

—Bien, el doctor dijo que con las inyecciónes se calmará, pero sino lo hace... Tendrán que operarme.

—Tenía que ser la bilis ¿no?

—Al parecer es importante— bromeó mordiendo su panqueque con miel de maple.

—Tengo que ir a una junta— Tony saboreó los dulces labios de su chico y se retiró con maletín en mano

—Papá fue a conquistar al mundo— explicó hacia su vientre quien respondió con una punzada de dolor que lo dejó sin aliento

...

Seis horas después Anthony entró a su casa, que se encontraba más cayada que de costumbre, quizás Peter estaba durmiendo y esta vez sí que había apagado la televisión.

Revisó la cocina y el platillo del desayuno no había sido terminado. Se dirigió a su habitación, la cama tenía rastros de que alguien había estado ahí, sin embargo el cuerpo de Peter no se encontraba. El baño, el ático, el laboratorio, como último recurso decidió a llamar al hospital y la recepcionista le atendió.

—Peter Parker ¿ha ingresado hoy al hospital?

—Déjeme revisar... Parker... Peter, sí, Ingresó está tarde a emergencias. El doctor aún no ha dado informes.

Tony colgó el teléfono y corrió a su automóvil dispuesto a ir al hospital. Quería asegurarse que el amor de su vida se encontrara bien.

...

Tony fue detenido por los guardias a la entrada del hospital. Se encontraba agotado mentalmente, pero muy exaltado, sus manos temblaban ante lo que provocaba el no saber nada.

—¡Déjenme entrar! Si yo quisiera este hospital sería mío. ¡Si quisiera construiría diez hospitales!

—Señor, no lo podemos dejar entrar en esas condiciones, por favor muestrenos sus papeles.

Anthony enfadado sacó su cartera y mostró la tarjeta de su póliza del hospital. Lo dejaron ingresar y corrió hasta recepción en donde preguntó por Peter.

—Se encuentra aún en observación, su doctor saldrá de inmediato— informó la paciente señorita de bata que atendía los registros — puede sentarse

Tony caminó en un interminable ovalo, de haber sido necesario esperar años habría seguido caminando hasta formar un hoyo en el piso o hasta que su corazón dejara de latir.

Después de un par de minutos que se sintieron eternos el doctor pidió a los familiares de Peter.

—Yo— anunció Tony acercándose al hombre de bata blanca