• Capítulo 9 •

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«Porque me importas

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«Porque me importas... y lo único que pensaba en la otra dimensión era... "Tengo que volver con Bakugō"»

Esas palabras se quedaron rondando su conciencia toda la noche y toda la mañana.
Después de lo que sucedió en esa noche ambos se fueron a dar una ducha, más a petición de Katsuki que se sentía asqueado e incómodo.

No se dirigieron la palabra hasta que se fueron a sus respectivas habitaciones. Realmente no sabían que decir, se sentía extraño, Bakugō parecía aún tenerle algo de miedo, tal vez temiendo a que el villano regrese.

Al día siguiente la fiebre había bajado un poco, aún no se sentía lo suficiente bien como para ir a clase... y como a las 6:20 de la mañana alguien toca a su puerta.
Con pesadez se levanta, seguro que era Aizawa para revisar su en verdad estaba enfermo o algo así.

No le tomó importancia, gira la perilla y su sorpresa fue enorme al encontrarse con un pelirrojo.

Buenos días Bakubro — saludó Kirishima con una sonrisa en su rostro.

Por un momento creyó que seguía dormido, parpadeó un par de veces antes de poder creérselo, ¿Estaba bien? ¿Todoroki no le había hecho nada?

Pensé que tendrías hambre y te traje unos ricos waffles, aún están calientes, si quieres puedes agregarle miel, traje también otro termo por su querías beber algo caliente — comentó observando sus bolsas asegurándose de no olvidarse de mencionar algo pero cuando levanta la vista a Katsuki nota que este estaba llorando aún con su expresión de sorpresa — ¿¡B-B-Bakugō!? ¡¿Qué sucede?! — cuestionó muy preocupado, nunca había visto a su amigo llorar y menos así de la nada.

Nada idiota... — frunció el ceño para luego apoyar su frente en el hombro del ajeno, estaba muy aliviado, pero luego se quedó con la duda de qué rayos había hecho el falso bicolor y por qué tenía sangre en su ropa — Me alegra que estés bien — susurró.

¿Ah? ¿Por qué no lo estaría? — preguntó Kirishima con mucha curiosidad, Bakugō se estaba comportando muy extraño, supuso que de trataba de la fiebre.

Un mal sueño, es todo — mintió separándose del pelirrojo para luego alejarse de la puerta y volver a acostarse en su cama.

— Ya veo, bueno, ¿Desayunamos? — preguntó sonriente entrando a la habitación para dejar las cosas a un lado y sentarse en el borde de la cama del rubio ceniza.

Sí, muero de hambre — comenta sentándose en su lugar, en su rostro podía verse lo aliviado que estaba, incluso sonreía con levedad.

Yo igual, comamos antes de qué se enfríe.

Y mientras servía los waffles alguien nuevamente toca la puerta, ambos dirigieron su vista a la antes mencionada y luego intercambiaron miradas intentando descubrir si el contrario había invitado a alguien más.

¿Quién Demonios Eres? © [ Todobaku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora