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Narra Kagami

El día de hoy se cumplía una semana desde que comencé la escuela Françoise Dupont, en la que por temas ministeriales debo cursar un año menos al que debería estar. Lo cual no sabría considerar si es bueno o es malo, pero hasta el momento encuentro que es bueno ya que están estudiando cosas que ya vi con antelación en Japón y que gracias a la gentileza del director, podía estar en el mismo salón que Adrien. Para ser completamente cándida conmigo misma, el se convirtió en alguien tan cercano en tan poco tiempo es algo que no tiene palabras. Mis sentimientos por él están claros pero el único obstaculo eran mis mis propías inseguridades acerca de si soy completamente digna para él. Estos pensamientos me carcomía mi cabeza y no me dejaba concentrarme en este último tiempo. 

Al bajarme de el vehículo, pude ver a un par de alumnos afuera, lo que me hizo pensar en acto seguido que la campana aún no sonaba, pero por si las dudas  decidí revisar mi celular para no tener una sanción por llegar atrasada. Un suspiro de alivio salió por mis labios y comencé a caminar rápidamente para que la campana no me jugara la mala pasada. Como era de esperarse estaban casi todos en el salón de clases, lo cual no me importo mucho ya que como aún venía llegando hace muy poco no conocía a casi nadie, salvo a Adrien y Marinette. La cual no me agradaba del todo porque sabía que ella gustaba de Adrien y me causaba un poco de celos pero sabía que los celos hacía una persona que no conocía del todo era realmente tóxico. Así que decidí intentar hablar con ella y aclarar todo esto para que podamos llevar una buena convivencia y que esto no afecte a nuestra amistad con Adrien. Al sentarme detrás de Marinette pude divisar las cosas de Adrien pero lo más extraño de todo esto es que él no estaba por ningún lado, pero tampoco quería parecer una loca obsesionada buscandolo, por lo que saqué de mi polerón color rojo unos audífonos de color negro y comencé a escuchar música mientras esperaba a que llegara la profesora, que no debía tardar mucho ya que faltaban unos 5 minutos para que tocara la campana para comenzar las clases. No me había dado cuenta cuando que había llegado Adrien a la sala hasta que la campana sonó y la profesora cerró la puerta y comenzó a pasar la lista. 

- Hola Kagami.- dijo Adrien en un susurro mientras me sonreía y mis mejillas comenzaron a tomar un color rojo.

-Hola Adrien.- susurre intentando ocultar mi cara totalmente enrojecida.

- Bueno chicos el día de hoy se nos incorporó un nuevo alumno a nuestra clase y espero que lo integren tan bien como lo hicieron con nuestra compañera Kagami. Luka, ¿Quieres venir a presentarte?.- dijo la maestra mientras dejaba sus cuadernos sobre el mesón.

Narra Luka 

"- Bueno chicos el día de hoy se nos incorporó un nuevo alumno a nuestra clase y espero que lo integren tan bien como lo hicieron con nuestra compañera Kagami. Luka, ¿Quieres venir a presentarte?.- dijo la maestra mientras dejaba sus cuadernos sobre el mesón. "

Un pequeño sentimiento de nervio comenzó a invadirme pero al momento de mirar a mi novia desapareció rápidamente, dios como amaba decirle de esa manera a la chica que robo mi corazón. Me levanté y comencé a caminar con seguridad donde la maestra, estaba consciente que algunos de mis nuevos compañeros saben que soy el hermano de Juleka pero el resto no. Así que cuando llegue donde la maestra comencé a sentir un par de miradas bastante poco normales en comparación a las de los demás. Me miraba con cara de embobada un chica medía morena de castaño rojizo con chasquilla y una chica rubia que se sentaba en primera fila, a las que no les daba mucha importancia.

- Bueno, Mi nombre es Luka Couffaine, tengo 16 años, estuve estudiando desde mi casa desde los 14 por temas personales, soy parte de una banda junto a mi hermana y pues eso.- dije mientras sacaba un mechón de cabello que me caía en los ojos y no me dejaba ver del todo bien.

-¿En serio eres el hermano de Juleka?.- dijo un chico al final del salón produciendo algunas risas de algunas personas, incluyendome.

-Pues sí lo soy, cuál sería el propósito de mentir con temas como este.- dije en un tono medio irónico mientras soltaba una pequeña risa y me dirigía a mi asiento.

La clase ya había comenzado y se podía escuchar los bostezos de algunas personas que hacían notar que la clase estaba completamente aburrida. Pero para mi, estaba normal, amaba historia y el día de hoy estábamos pasando la antigua grecia. Era realmente sorprendente toda su cultura y visión acerca de la vida pero sobre todo era los instrumentos y su facilidad para elaborarlos. Cuando terminó la clase, las dos chicas que me estaban mirando cuando la maestra me pidió que fuer a a presentarme. Algo en mí me decía que no era muy buena idea prestarle mi atención a una de esas chicas pero no sabía a cual.

-Hola Luka, soy Lila.- dijo la chica morena mientras se sentaba al lado mío cruzando sus piernas intentando parecer atractiva para mí pero en acto seguido me moví cerca de mi novia, la cual estaba durmiendo y traía los audífonos puestos.

-Em, hola Lila.-dije con un tono medio de seriedad ya que no la conocía en lo absoluto y no me gustaba que se me insinuaron de esa manera las chicas ya que se podía malinterpretar la situación.

-Hola, Yo soy Chloe, no sé porqué te sientas con la panadera pero no pierdas tu tiempo con ella- dijo mientras se limaba las uñas y miraba con una cara de desagrado a Marinette.

-No es por nada pero yo soy bastante consciente para saber con quien pasar mi tiempo y con quien no.Y si yo decidí sentarme con ella es por alguna razón.-dije mientras me paraba de mi asiento y me estiraba.

- Y ¿Estás soltero?.- dijo la Lila mientras se paraba y tomaba mi pecho con su mano. La que saque de manera cuidadosa porque no soy capaz de tratar mal a ningunachica por más intolerable y desagradable que sea.

-Lamento decirte que no lo estoy y te pido de la manera más amable posible si te puedes mover que quiero ir por mi guitarra.- dije mientras iba por mi guitarra a el mueble del salón.

Al abrir el mueble pude ver de reojo como Lila sacándole el audífono a Marinette, provocando que se despertara. Lo cual me pareció algo muy desagradable de su parte ya que no respetaba el espacio de los demás. Saqué rápidamente mi guitarra y fuí a mi asiento, la pude ver molesta pero  al verme una expresión de ternura que provocaba que mi corazón se enterneció por completo.




































Sentimientos azules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora