Era el vibrador más grande que había visto en mi vida. De ninguna manera eso encajaría en mí.
"¡Oh Dios!" Dije. "¡Lauren, no!"
Agarró su tubo de lubricante y lo extendió con cuidado sobre la punta, frotándolo, luego se colocó detrás de mí y alcanzó entre mis piernas.
Comencé a entrar en pánico, golpeando contra mis ataduras y diciendo: "¡No, no, no, no!" Una y otra vez mientras presionaba el vibrador contra mi clítoris. Lo encendió y me golpeé contra él.
Se sentía tan bien, pero no podía meter ese monstruo en mí.
Gemí, mi "no, no, no" se convirtió en gemidos.
Ella comenzó a empujarlo hacia mí, solo la punta, y grité: "¡Alto!"
Inmediatamente Lauren retiró el vibrador y lo apagó. Caminó alrededor de la mesa, dejó caer el monstruo vibrador en su carrito y recogió algo más, luego cruzó para arrodillarse frente a mí, su cara directamente frente a la mía. Alcanzó el micrófono y escuché que se apagaba.
"Estaba bromeando," dijo. "Pensé que te darías cuenta de eso."
Sabía que mis ojos estaban un poco salvajes. No podía ver lo que sostenía, pero extendió una mano y me acarició la cara. "¿Tengo que parar, cariño?"
Cerré los ojos y luego dije en voz baja: "No, pero por favor no me hagas daño."
"Oh cariño," dijo ella. "No te lastimaré. Lo prometo. Abre los ojos ahora." Luego escuché un clic cuando el micrófono volvió a encenderse.
Abrí los ojos para verla sosteniendo un vibrador diferente, uno de un tamaño mucho más razonable. Me lavé mientras ella lo lubricaba completamente, y ella preguntó: "¿Quieres que use esto?"
Asentí.
Se puso de pie, besó mi mejilla y luego susurró: "¿Cuál es el nombre de la compañía que visitarás el lunes?"
"No te lo diré," le dije.
"Lo harás," respondió ella. Se alejó detrás de mí, me acarició entre las piernas por un momento, provocando un retorcimiento, y luego el vibrador presionó contra mí, deslizándose dentro de mí. Lo trabajó lentamente, burlándose de mí, deslizándolo hacia adentro y hacia afuera, y me retorcí contra él, tratando de deslizarlo más hacia abajo. Finalmente se deslizó tan lejos como iba a llegar. Con una mano, lo sostuvo en su lugar mientras se estiraba, buscando algo más en el carrito. Ella se movió, y su rodilla estaba entre mis piernas, sosteniendo el vibrador en su lugar mientras usaba sus manos para envolver un cinturón alrededor de mi cintura. Lo abrochó, luego había una correa entre mis piernas, y lo abrochó firmemente en su lugar. No podía ver, pero de alguna manera sostenía el vibrador sin interferir con la cola del zorro.
Gemí y me retorcí todo el tiempo.
"Responde mi pregunta, Camila," ordenó.
"¡No!"
Usó su mano, presionando y soltando el vibrador. Todavía no lo había encendido, y aún así se sentía bien, muy bien. Su otra mano comenzó a trazar patrones en la piel de mi trasero, provocando mi cóccix y ocasionalmente chocando contra la cola del zorro. Cada vez que ella hacía eso, yo saltaba.
"¡Dime!"
"¡No!"
La mano entre mis piernas se fue, y gemí decepcionada. En cambio, tomó el control remoto y presionó un botón. Escuché vibraciones, pero no sentí nada, y me di cuenta de que había encendido la suya.
"Oh," dijo sin aliento, "oh, eso se siente bien."
Se alejó, todavía gimiendo en silencio, luego, un momento después, regresó, trayendo una silla con ella. Lo colocó frente a mí donde podía mirar y se derrumbó sobre la silla, levantando los pies hasta el borde de la mesa y extendiendo las piernas para que pudiera ver lo que estaba haciendo. Alcanzó entre sus propias piernas y comenzó a presionar contra el vibrador.
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El interrogatorio (camren)
FanfictionCamila de Carolina del Norte está a punto de perder su trabajo, ya que su compañía ha sido vendida a una compañía mucho más grande en Silicon Valley. Pasa el fin de semana en The Bay Area antes de una entrevista de trabajo el lunes por la mañana sol...