El interrogatorio (camren)

Capítulo 9

Me quedé mirando mi reflejo en el espejo, sin hablar. ¿Lauren quería que saliera en público así?

No tuve el menor problema de vestirme así para ella, pero mis senos se derramaban sobre la parte superior del corsé, la mitad superior de cada areola visible, y si te acercabas lo suficiente, podías ver mis pezones, apenas ocultos por el material No necesitarían absolutamente nada para que terminen de estallar, derramándose para que todos lo vean.

Mi mitad inferior no estaba mejor. Estaba usando mis botas, lo cual estaba bien, pero solo el par de calzones más pequeños que había traído. Aun así, Lauren se había quejado. "¿Estos son los mejores que tienes?"

"No esperaba que nadie los viera."

Ella había estado aún menos impresionada con mi maquillaje. Me había ido subestimado y mi cabello apagado. Ella le echó una mirada y dijo: "Ve a lavarte la cara. Lo haré yo."

Me sentí como un niña pero me comporté obedientemente. Luego me sentó en una silla y no me dejó mirar mientras me aplicaba el maquillaje. Cuando finalmente me dejó mirar, vi que había hecho un excelente trabajo, pero era gótico. Muy gótico

No todo era blanco y negro. Oh, mi cara estaba blanca, con solo un toque de rubor. Los ojos eran grandes y oscuros con sombras moradas. Fue muy llamativo y, lo admití, hermoso. Mis labios brillaron, rojo oscuro con algo del mismo púrpura en los bordes. El efecto fue bastante sorprendente, pero para nada yo.

"¿Lauren?" Yo pregunté.

"Supongo que tu silencio es sorpresa y asombro."

Pensé en ello. "Sí. Exactamente. Asombro."

"Lo prometiste, Camila," dijo. "Estarás alegre."

"No iba a quejarme," respondí. "Pero no estoy del todo segura de poder lograr esto sin una máscara. A menos que quieras que me vea como un ciervo asustado toda la noche."

Se tocó los labios y luego se dio cuenta de que los estaba manchando. "Maldición." Se arregló el maquillaje antes de volverse hacia mí. "Si permito una máscara, ¿mantendrás la cabeza alta y estarás orgullosa de estar conmigo?"

"De todos modos estaré orgullosa, Lauren. Seguramente lo sabes."

"¿Pero no estarás orgullosa de verte así?" Ella hizo un gesto.

Me vi en el espejo. "No puedo comenzar a describir qué tan lejos de mi pequeña caja de confort está."

Ella rió. "Muy bien. Hice una pregunta."

"Sí," dije. "Si permites una máscara, mantendré la cabeza alta y estaré orgullosa. Y alegre."

Lauren sonrió. "Bien. Ya elegí una para ti. Está por allá." Hizo un gesto hacia su tocador. Me acerqué y había una máscara esperándome. Como el otro que había usado, solo cubría la mitad de mi cara, pero esta era de color púrpura, una púrpura que combinaba con la sombra de ojos que me había dado. Sonreí y se la llevé a ella, luego le di la vuelta para que ella pudiera atarla en mi lugar.

"Gracias, Lauren," le dije. "No debería haber dudado de ti."

"No deberías dudar," dijo, "pero es muy importante comunicarse. Tenía muchas ganas de que te vistieras así, pero era importante saber cómo ayudarte a lograrlo. ¿Estarás bien?"

"¿Honestamente? No lo sé." Pensé en ello. "Si pido ayuda, ¿estará bien?"

"Por supuesto." hizo una pausa. "Los sumisos no recibirán alcohol esta noche. Puedo permitirte que bebas de mi vaso, pero no tendrás uno tuyo. Y no debes presumir."

Suspiré. "Lauren, no tengo idea de cómo comportarme."

"Te guiaré. No hay nada que temer."

"Está bien, Lauren."